TRIPOLI, Libia.- La caída del líder libio, Muammar Kadafi, disparó el interés de numerosas empresas constructoras y de servicios de seguridad que ven en el país africano grandes oportunidades para invertir. Este escenario interesó a los empresarios occidentales que, además, ven con entusiasmo la gratitud de los nuevos dirigentes libios hacia Estados Unidos y hacia sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Una semana antes de la muerte del derrocado gobernante, una grupo de 80 empresas arribó a Trípoli para reunirse con funcionarios del Consejo Nacional de Transición (CNT), que preside, de manera interina, el Poder Ejecutivo, según publicó el diario "La Nación". A propósito, el nuevo ministro de Defensa británico, Philip Hammond, impulsó a las firmas de su país a viajar hacia Libia.

Mientras aún se exhibía el cadáver de Kadafi al público, la compañía inglesa Trango ofrecía traslado a los ejecutivos que quisieran arribar a la capital libia. Brindaba habitaciones en su villa de Trípoli y transporte a cargo de su "discreto equipo de seguridad mixto, integrado por británicos y libios", según publicó la firma en su página web. El servicio costaba unos U$S 800. (Especial)