Mientras los hombres son más propensos a arriesgarse a la hora de invertir, las mujeres son más conservadoras y prudentes. Ellos, generalmente, buscan ganar plata lo más rápidamente posible y, en muchos casos, se exponen ante las crisis por exceso de confianza. Ellas, en tanto, tienen una mayor disciplina financiera, coinciden los expertos.