BUENOS AIRES.- Después que en los últimos días los sectores más críticos de su conducción renovaron la ofensiva para apurar su sucesión al frente de la CGT, Hugo Moyano encaró personalmente una serie de gestiones para descomprimir la embestida y acercar posiciones con sus adversarios internos para avanzar en un proceso de unidad, informó el diario porteño "El Cronista".

Como parte de esa estrategia el camionero aceptó el miércoles compartir con referentes del grupo de "los gordos" el acto de lanzamiento del futuro titular de Smata, Ricardo Pignanelli, y ayer, tras varios meses de distanciamiento, mantuvo un encuentro reservado con dirigentes del sector de "independientes" para conversar sobre la situación interna de la CGT y analizar el futuro de la relación con el Gobierno tras las elecciones de octubre.

"La idea es conversar un poco para ver cómo se sigue hacia adelante", sostuvo un referente moyanista al ser consultado sobre el objetivo de los gestos del líder de la CGT. Reiteró, además, la voluntad del camionero de completar su mandato en la entidad (que vence en julio de 2012), a pesar de los planes de sus críticos y ex aliados de apurar el recambio en la cúpula cegetista. No se descarta que Moyano vaya por un nuevo mandato al frente de la central.

Para intentar contener la ofensiva en su contra y tratar de limar asperezas con algunos de sus ex aliados, Moyano se reunió en la tarde de ayer con los dirigentes Gerardo Martínez (Uocra), Andrés Rodríguez (Upcn) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), referentes del sector de "independientes" que en los últimos meses tomaron distancia de su conducción molestos por ciertas decisiones del camionero en el terreno político. (Especial)