NUEVA YORK, Estados Unidos.- La cantante más polémica del mundo volvió a hacer honor a su título. En una visita a la Gran Manzana, Lady Gaga llamó la atención, no por su look, sino por lo que olvidó llevar a su encuentro con los paparazzis: la ropa interior.

El vestido rojo, abierto en su frente, dejó al descubierto la intimidad de la neoyorquina y algo más: ¿un piercing?. Al parecer, Gaga no sólo adora los tatuajes, sino también los elementos punzantes adaptables a la piel.

Sin embargo, hay quienes descreen que se trate de algún tipo de arete o colgante, pero no descartan que sea algún tipo nuevo de extravagancia de parte de la autora de "Judas", como tiene acostumbrados a sus fanáticos. (Especial)