BUENOS AIRES.- Horas de indignación se viven en todo el país. El asesinato de Candela Sol Rodríguez, desaparecida hace 10 días, conmocionó a miles de argentinos. Pero es un momento en particular el que cautivó a grandes y chicos, un momento que ningún padre quisiera vivir jamás: el reconocimiento del cuerpo sin vida de un hijo.

Contrario a toda ley natural, Carola Labrador, madre de la pequeña víctima, debió asistir a villa Tesei donde, en dos bolsas de residuos, yacían los restos de su hija. Acompañada de su hermana, y en presencia del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, la mujer confirmó que el cuerpo era, efectivamente, el de Candela.

El video del momento en que la madre de la nena reconoce su cuerpo fue difundido por la gobernación de la provincia de Buenos Aires.

Trascendió, además, que la madre pudo reconocer a su hija gracias a una cadenita que esta llevaba en su muñeca. Los rostros lo dicen todo. Candela poseía golpes en diversas partes del cuerpo, el cuello roto y quemaduras, producto del intento de sus captores por desaparecer la evidencia. (Especial)