CORDOBA.- Los habitantes de Capilla del Monte todavía no salen del asombro. Desde hace poco más de un año, un grupo de rumanos de "porno-yoga" se instaló en la ciudad, filmó películas y desató la polémica en el rincón más esotérico del país.

Según una investigación publicada por la edición digital del diario cordobés LaVoz.com, el grupo especializado en natha yoga es liderado por el controvertido Gregorian Bivolaru, creador del Movimiento Espiritual de Integración en el Absoluto (Misa). Sospechado de abuso y tráfico de personas, este ciudadano rumano, asilado en Suecia y prófugo de la justicia, comanda una secta que busca la iniciación y liberación sexual de sus seguidores, a los que induce para participar en festines sexuales, que luego filman y distribuyen por el mundo para recoger dinero para sostener la organización.

Con sede en diferentes barrios porteños, preparan a jóvenes -de ambos sexos y generalmente atractivos- invitándolos a sostener una vida sana y alejada de los prejuicios del cuerpo.  "Primero me impresionaron como personas puras, sanas, que no tomaban, no fumaban, practicaban tantra yoga, vivían en comunidad. Yo estaba en la búsqueda de algo así y me gustó. Ellos piden que todos mantengamos parejas abiertas, como una cuestión evolutiva, y si bien sabía que practicaban el sexo grupal y que cada mujer tenía varios novios, yo no participaba porque mi interés pasaba por otro lado", le contó Raúl al matutino cordobés.

Apostando por la oferta de talleres sobre sexo tántrico, la secta incorpora contantemente mujeres. "Cuando fui a Costinesti ?Rumania?, había más de 10 mil personas. Todos actuaban como poligámicos; era todos con todos. Era gente buena que creía estar en un camino espiritual, pero terminás acostándote con 25 personas para demostrar que hay un desapego respecto de tu cuerpo", explica Yamila, una de las "elegidas" para iniciarse junto al gran maestro.

Todo esto desató una ola de reclamos y quejas por parte de los vecinos de la localidad cordobesa. En ese aspecto, la intendenta Rosanna Olmos aseguró que "Capilla del Montedesde hace unos cuantos años se ha convertido en la Meca para miles de personas que quieren escapar de las grandes ciudades en búsqueda de tranquilidad y seguridad. La libertad de creencias y de culto merece el más absoluto de mis respetos, pero no podemos ser permisivos con nadie ni nada que se asemeje a una secta, ni mucho menos si practican ritos reñidos con la moral o estimulan el consumo ilegal de estupefacientes".

Por su parte, los representantes del grupo rumano aseguran que ninguno de sus discípulos actuó en contra de su voluntad. (Especial)