Nació en Venezuela hace 44 años, pero sus padres lo llevaron a vivir al Líbano cuando apenas tenía cinco. Apasionado de la tecnología, estudió Ingeniería Electrónica en la Universidad Jesuita de Beirut, y se especializó en Informática. Pero sentía que no era suficiente y a los 28 años se inscribió en Teología. Se ordenó sacerdote y optó por el celibato (otros deciden formar familia, pero solo los célibes llegan a obispo). En 2006 obispos y laicos lo eligieron arzobispo de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquía, de Buenos Aires y la Argentina.

Monseñor Siluán Muci es alto, y de voz suave y pausada. En el salón parroquial de María Santísima, junto al párroco Juan Manuel Alurralde, recibe a LA GACETA. "Dichoso de tí, que vives buscando la Luz", le dice al fotógrafo, que lo cambia varias veces de lugar para retratarlo con luz natural. "En cambio tu misión debe ser la de escuchar", sugiere a la periodista.

De esa frase salió el tema de la entrevista: la comunicación. "Hoy en día la sociedad, los medios, llenan el espacio con palabras, pero no generan comunicación genuina. La comunicación surge al conversar, al ser sinceros y al aceptar al otro en la velocidad a la que él anda, y si no está a mi lado esperarlo en la vida", remarca.

"La palabra es vehículo. Puede transmitir informaciones, sentimientos o emociones, pero más allá de ser informativa, es formativa. Uno con la palabra puede invitar a la apertura o al extremismo, a la construcción o a la destrucción, a la unión o a la división. Palabra es Verbo. Y cuando hablamos, estamos dando de nosotros mismos. Sin embargo, el consumismo nos lleva a buscar cosas fuera de nosotros. Entonces, ¿qué voy a dar al otro, si lo importante no soy yo, sino lo que tengo?", se pregunta.

Pero no se trata de hablar por hablar. Monseñor Muci dice que la familia es el lugar donde se ejercita el diálogo, para después aplicarlo en la sociedad. "Una madre que reta a su hija no le puede volver a decir las mismas cosas, de la misma manera; debe saber cómo reiterar sin presionar. Si el receptor no escucha, la palabra no queda", advierte.

Según monseñor Muci no hay nadie mejor que Dios -que es Luz- para ayudarme a encontrar las palabras justas, el momento apropiado, la forma adecuada para decir las cosas. Su fórmula es así: "una pequeña oración antes de hablar -como si pidiera ayuda a Movistar o a Personal- porque estamos en red, la Red del Espíritu Santo. Un breve "llamado" basta para que Dios abra mi boca para decir lo que deseo y abra el corazón del otro para que reciba bien mi mensaje. Allí se produce la comunicación, comunión verdadera e íntegra".

Charlas y ceremonias en honor de la Virgen

HOY.- A las 10.30, en el templo de María Santísima (Maipú al 500) monseñor Siluán Muci (foto) hablará sobre la Virgen María.

El domingo.- A las 10, liturgia de monseñor Muci para conmemorar la Dormición de la Santísima Virgen, Madre de Dios. A las 12, brindis comunitario con presencia del arzobispo. No habrá liturgia vespertina.

Lunes.- A las 19, presentación del ícono de la Dormición de la Santísima Virgen, en el templo. A las 19.30, rezo de la Paráclisis (súplica a la Madre de Dios).

Martes.- A las 19, rezo de la Paráclisis. A las 20, charla sobre la Virgen María en el salón parroquial.

Miércoles.- A las 20.30, asamblea de oración y enseñanza bíblica.

Jueves 18.- A las 19, rezo de la Paráclisis (súplicas a la Virgen). A las 20, charla sobre María en el salón parroquial.

Viernes 19.- A las 19, rezo de la Paráclisis (súplicas a la Virgen). A las 20, charla sobre María en el salón parroquial.

Sábado 20.
- Jornada mariana para los niños de la Catequesis parroquial.

Domingo 21.
- A las 10, divina Liturgia, y posterior procesión de la patrona por las calles adyacentes.  A las 20 divina liturgia.