Y sucedió lo que en toda vecindad que se precie de tal. "Quico" desoyó las estrictas recomendaciones de evitar la chusma y terminó destapando la olla en la que hervían, desde hace décadas, las rencillas internas de "El Chavo del Ocho". En una entrevista reciente, Carlos Villagrán -que interpretaba al niño de los cachetes inflados- reveló que mantuvo un romance con Florinda Meza (Doña Florinda, en el programa), pareja de Roberto Gómez Bolaños desde 1977. El actor no fue preciso respecto del momento en que tuvo lugar el affaire, aunque aclaró que ocurrió durante el rodaje de la serie.

"Fue hace muchísimo tiempo, no lo niego. Pero bueno, ahí quedó eso y ya está", admitió Villagrán ante el conductor Carlos Carlín, en el programa peruano "La noche es mía". Pese a que el tono polémico de sus declaraciones no eran difíciles de calcular, el actor mexicano aprovechó también la charla para instar al resto de los protagonistas de la serie a dejar de pelearse. "Deberíamos abstenernos de decirnos cosas, incluso yo, porque hay niños, la nueva generación, que se preguntarían porqué peleamos si nos ven tan contentos en la televisión", señaló.

El artífice de "Quico" ha sido, sin embargo, uno de los más empeñados detractores de "Chespirito", con el que se enemistó cuando "El Chavo" todavía estaba al aire y a quien acusa desde hace años de no pagarle las regalías por el personaje que inventó. De todos modos, reconoció ahora que, en su momento, las relaciones fueron muy buenas y que eso se transmitía a los espectadores. "Fue un grupo muy compenetrado y hermoso, por eso nos aceptaron tanto. Si hubiese existido alguna disconformidad, se habría reflejado", afirmó, y agregó que con Rubén Aguirre (quien personificaba al Profesor Jirafales) no tiene relación y que Ramón Valdez (Don Ramón, fallecido en 1988) "era un tipazo muy querido".

No le simpatizas

Ante el micrófono dispuesto de Carlín, Villagrán también accedió a recordar cómo fue descubierto como actor por Gómez Bolaños. "Él fue a verme al teatro donde yo personificaba a un niño con los cachetes inflados, personaje que hago desde los ocho años, porque mi papá me pedía que imitara a un tío que hablaba así. Cuando me confirmaron que participaría de la serie fui a buscar el traje que usaría", comentó, para agregar que el idioma más raro al que se ha visto traducido es el coreano y que la frase que más le gusta de las tantas que popularizó es la de "cállate, cállate, que me desesperas".

Las declaraciones de "Quico", por supuesto, dieron la vuelta al mundo (hubo algunos que confesaron que "lo sospechaban desde un principio"), causando más o menos sorpresa según la latitud. La duda que queda pendiente ahora es si el amorío entre Meza y Villagrán se produjo mientras ella ya estaba en pareja con "Chespirito" o antes. También se abre la incógnita acerca de si el descubrimiento de este affaire es lo que terminó por romper la amistad entre los actores, lo que finalmente derivó en el alejamiento definitivo del personaje más malcriado del grupo. Hasta ahora no hubo ningún pronunciamiento al respecto por parte de Gómez Bolaños y su mujer. En su Twitter (@ChespiritoRGB), recibió desde chistes (varios lo trataron de "cornudo") hasta muestras de apoyo, aunque él prefirió ignorar deliberadamente a los primeros. Sólo su hijo, Roberto Gómez Fernández, concedió opinar del asunto: "cuando hay cosas tan ridículas, absurdas e ingratas, más vale ni siquiera prestarle atención". Mientras tanto, el ingenio popular sintetiza el idilio de Villagrán en una de las tantas frases que inmortalizó a la troupe mexicana: no contaban con su astucia.