"Cualquier ?tema? si supera a la obra es porque la obra es mala. Dicho esto, ya se están preparando aquí películas sobre los indignados que seguramente serán muy malas", define el cineasta Luis Sampieri, instalado en su productora de Barcelona, mientras responde con sencillez las preguntas de LA GACETA.
El director tucumano todavía disfruta del recorrido que está haciendo su última película, "Fin", con la que comenzó a hacerse un nombre propio en el laberíntico negocio del cine, pero advierte: "cuando hacés una película es un parto. Es en realidad un proceso muy duro, y lo mejor es tomar distancia luego determinar y presentar cada trabajo. La peli ha salido en DVD en la colección de Cahiers Du Cinema España dentro de las películas del año. Fue bueno porque le dio mucho apoyo la crítica. Así que la peli ya camina sola".
- ¿Cómo podrías definir al cine?
- Para mí el cine involucra muchas cosas. Sería difícil definirlo en una palabra o frase. El elemento referencial es el misterio, no en el término del suspenso sino en la posibilidad que la naturaleza les brinda a los humanos de experimentar el misterio y las zonas ocultas que envuelven a cada persona y de ellas hacer emerger la luz. El cine (o cualquier expresión) es una herramienta para, entre otras cosas, navegar en esas zonas poco claras o no manifestadas. Vivimos, o creemos vivir, con lo manifestado con lo que palpamos y vemos, pero las zonas en apariencia invisibles son las que a veces afectan más al ser humano. Y por lo tanto para mí el cine es la herramienta con la que intento adentrarme en ese territorio antes mencionado.
- ¿Cuáles son tus planes?
- Mis planes están abiertos, como siempre, en principio estoy con un proyecto aquí en España (no quiero hablar mucho por recomendaciones de un amigo tucumano que vive aquí, quien siempre me dice que si se habla demasiado de los trabajos antes de concretarlos no lo haces nunca). Sigue la idea de filmar en Tucumán "La hija", algo que, desde ya, me encantaría. El proyecto ya salió apoyado por el Incaa y tiene distribución fuera, pero todavía no se concretó el apoyo de la provincia. Ojalá se dé; en eso andaba el productor, la verdad es que tengo ganas de filmar allí y volver a los pagos, me hace mucha ilusión. La idea era en un principio filmar este año a ver si sale el apoyo de la provincia; de eso dependemos para poder arrancar ya que tenemos todo lo otro.
- ¿Existe algo así como un cine tuyo?
- Hablar de mi cine sería pretencioso. Solo hice dos películas y creo que me queda un camino por explorar. La respuesta, si se quiere tener, está ligada con lo que dije antes, intentar con el cine provocar y bucear en las zonas ocultas que nos afectan como personas. El cine es un viaje interior, particular, de cada uno. Un viaje hacia adentro. Y como todo viaje, tenemos que estar abiertos a todo, a la aventura, la alegría y el dolor.
- Ya en "Fin" se mostraba de algún modo el conflicto de la migración. Me imagino que ahora después del movimiento de "los indignados", el proceso de alguna forma se expresará en el cine.
- Eso depende de cada uno, si lo siente natural hacer una obra o trabajo que refleje las situaciones sociales y actuales de una comunidad. No soy muy afecto a las definiciones en el sentido de decir que es o no el arte y que tiene que hacer cada uno.