Sobrevolar los cerros tucumanos en helicóptero es, sin duda, una experiencia inolvidable. A poco de despegar desde San Miguel de Tucumán se distinguen los diversos tonos de verdes de la sierra de San Javier, hacia el oeste de la capital. Las sombras de las montañas dibujan extraños y coloridos paisajes que esconden quebradas casi desconocidas, excepto para los vaqueanos que recorren a menudo la región. 

En cuestión de minutos, ya sobre las últimas estribaciones de este característico cordón montañoso, el verde troca en múltiples marrones, interrumpidos de vez en cuando por algún arroyo que recorre, en caprichosas curvas, hacia el río más importante de la zona. El equipo multimedia de LA GACETA registró estos milenarios paisajes que han convertido a la provincia en el destino de los turístas que buscan un contacto más cercano con la naturaleza. LA GACETA ©