El legado de Juan Dalma trasciende su biblioteca. Nacido en Fiume (Italia) el 18 de junio de 1895 cursó sus estudios de medicina en la Europa convulsionada por la Primera Guerra Mundial, en las universidades de Viena y Budapest.

A lo largo de su vida académica publicó 140 trabajos científicos e incursionó con gran erudición en diversas ramas de las humanidades: el psicoanálisis, la antropología y la historia de la medicina, entre otras disciplinas.

En 1948 fue convocado por el entonces rector de la UNT, Horacio Descole, primero como regente y al año siguiente como primer director de la Escuela de Medicina, que en 1951 se transformó en la actual Facultad de Medicina. Dalma fue profesor de Neurología, Clínica psiquiátrica, Medicina legal y toxicología, Psicología médica e Historia de la medicina.

Recibió numerosas distinciones por sus actividades diplomáticas, como la medalla de oro del Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia por sus méritos en el campo de la cultura o su aceptación como miembro de la Academia de Medicina.

Dalma era, además, políglota y tenía una gran erudición. Conocía a fondo las obras de Dante Alighieri, Leonardo Da Vinci y Sigmund Freud. Incluso realizó varias publicaciones con estudios y teorías sobre las obras de estas personalidades. Varios de esos escritos (sobre todo los vinculados con Leonardo) fueron publicados en LA GACETA Literaria.

Murió el 20 de octubre de 1977, a los 82 años, como consecuencia de un grave accidente de tránsito. Esa mañana Dalma salió, como siempre, a comprar los diarios. Cuando regresaba a su casa del pasaje Sorol un discípulo se ofreció a llevarlo en su auto. Pero en la avenida Avellaneda y San Juan el auto fue embestido violentamente por un ómnibus. El médico italiano que le dio su vida y su obra a Tucumán nunca pudo recuperarse de las heridas sufridas.