Hay un mundo de diminutivos para ellos. Desde ropita hastazapatitos, pasando por carritos. Son la debilidad de cada vez másparejas de tucumanos, que hasta los hacen dormir con ellos. Sontratados "casi" como hijos, pero en realidad son perros. Eso sí: nocualquier clase de ellos sino pequeños canes. Dueños y veterinariosexplican por qué conquistan a los tucumanos.