La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) elevó los aportes jubilatorios que deben realizar los trabajadores autónomos y también subió el tope para los descuentos que se realizan sobre los empleados en relación de dependencia. Por medio de la Resolución General 3063/2011, publicada ayer en el Boletín Oficial, se determinó la suba de la carga fiscal, para financiar el aumento que ubicó en $ 1.227, sin tomar el cuenta los $ 45 que porta el PAMI, al haber mínimo jubilatorio, suba que comenzó a regir desde este mes.
Así, la categoría más baja de los trabajadores independientes, pasa de $ 194 a $ 227 mensuales. Este sector comprende a personas que ejercen profesiones u oficios y a los productores de seguros con ingresos anuales de hasta $ 20.000 como a los comerciantes con ingresos anuales de hasta $ 25.000. Para la segunda categoría, casi la mayoría de los contribuyentes, el aporte pasa de $ 271 a $ 318, segmento que comprende a personas con ingresos anuales superiores a $ 20.000 y a comerciantes con ingresos anuales superiores a $ 25.000. El tercer escalón tendrá un aumento de $ 388 a $ 455, y abarca a directores, administradores y conductores de sociedades comerciales o civiles, regulares o irregulares, y socios de sociedades de cualquier tipo, con ingresos anuales inferiores o iguales a $ 15.000. La cuarta categoría deberá aportar $ 728 pesos, en lugar de $ 621; e incluye con ingresos anuales entre $ 15.001 y $ 30.000 pesos, inclusive. Para el último estamento, el incremento es de $ 854 a $ 1.002 y comprende a personas que con ingresos anuales superiores a los $ 30.000.
En lo que refiere a los asalariados, la suba en la jubilación mínima derivó en un alza de $ 11.829 a $ 13.878 el tope para calcular los aportes que se descuentan de los salarios mensuales. Como el descuento con destino al sistema jubilatorio es de un 11% del salario bruto, el importe máximo de la retención pasa de $ 1.300 a $ 1.525. Con este nuevo esquema, se elevan los montos destinados a la obra social elegida por el trabajador y al PAMI, que equivalen en cada caso a un 3% de la remuneración. Entre ambos conceptos se destinarán $ 831, en lugar de los $ 709 que se aportaban antes del ajuste. Esta nueva modificación fue cuestionada por el tributarista Alberto Ziperovich. "Con este esquema, un trabajador que obtenga un aumento salarial de un 20%, recibiría en bolsillo una suba de un 17%. En definitiva, lo que está haciendo el Gobierno es subir los aportes a los contribuyentes para poder aumentar las jubilaciones, porque ya no puede crecer más el aporte patronal", explicó. "Esta medida demuestra que la Anses no cuenta con los fondos para sostener el aumento a los jubilados; por eso el Estado recurre a subir las deducciones para financiar el crecimiento del gasto", concluyó.