Impasiva. Así se mantuvo Silvia Lai mientras los jueces leían la sentencia en la que la condenaron a prisión perpetua, por considerarla coautora del crimen de su esposo, el agricultor Eduardo José Salas, cometido en julio de 2007. La imputación está agravada por el vínculo. Sobria como su vestimenta -campera blanca y pantalón negro-, la mujer se mostró inexpresiva ante la novedad. Sus hijos, en cambio, estallaron en llanto. 

Antes del segundo cuarto intermedio, Lai tuvo la posibilidad de defenderse y fue contundente con sus palabras. "Señores jueces: estoy acá porque creo en la Justicia y quiero justicia. Desde el 15 de julio he sufrido la peor pérdida, la de mi marido, a quien amé desde los 13 años, el padre de mis hijos. Me sometí al proceso porque soy inocente. Quiero saber quien mató a ?Pepe?. Desde el principo fui condenada por la prensa y el público. Quiero que mis hijos sepan quién mató a su papá. La prensa se refiere a mí como la viuda de Salas. Estoy orgullosa de ser la viuda de Salas, y voy a serlo hasta la muerte", expresó.

Silvia Raquel Lai y el prófugo Luis Rafael Piccinetti, quienes habrían mantenido una relación pasional, fueron imputados como presuntos autores del crimen del agricultor José Luis Salas, asesinado el 15 de julio de 2007. La víctima fue hallada en su domicilio en Trancas, tirado en la cama y con varios golpes en la cabeza. LA GACETA ©