Era una final y se jugó con la intensidad de un partido decisivo. Con sus aciertos y errores, Unión y Atlético miraron todo el tiempo el arco contrario. Y eso, en una divisional que suele ser mezquina, se agradece del otro lado del alambrado. Esta vez, con un gol de pelota parada, lo ganó el equipo de Frank Darío Kudelka y dejó a Atlético a nueve puntos de los líderes, con muchas más dudas que certezas.