CATAMARCA.- La provincia de Catamarca abrirá el próximo domingo el calendario electoral de este año con un duro desafío en las urnas para el kirchnerismo, que buscará desbancar al Frente Cívico y Social, que gobierna la provincia desde hace 20 años.
Con este condimento, la puja mostró ayer los primeros escarceos entre el oficialismo gobernante y la oposición kirchnerista, cuando dos camiones del Ministerio de Salud de la Nación fueron demorados varias horas por la policía catamarqueña, y luego rechazados por la fuerza policial, cuando transportaban equipamiento y elementos destinados a la atención sanitaria de pobladores del oeste provincial.
Dirigentes del Frente para la Victoria (FpV) catamarqueño denunciaron que, "por la supuesta prohibición para el ingreso de los vehículos que determinó el Gobierno" local, "éstos camiones, con la ayuda, debieron retornar a Buenos Aires".
Según lo manifestado por los diputados provinciales Roberto Perrota y Verónica Mercado, "todo sucedió cuando los camiones pretendieron ingresar a la ciudad, -de paso hacia Belén-, donde la policía requirió la documentación para circular, que estaba en regla". No obstante, los vehículos fueron demorados durante varias horas, "supuestamente esperando la autorización de las autoridades provinciales", comentaron los dirigentes políticos.
Posteriormente, una representante del área de Fiscalización Sanitaria del Ministerio de Salud de la provincia también se hizo presente en el lugar, y volvió a requerir la documentación al personal que se conducía los camiones. Finalmente, Perrota dijo que los camiones cumplían todos los requisitos legales para circular, y que aun así fueron demorados.
En principio, y según otras versiones, las unidades móviles no habrían tenido la documentación en regla, por lo que fue bloqueado su intento de ingreso ante el desconcierto del kirchnerismo, que pretendía hacer campaña proselitista con el cargamento.
Con este imprevisto condimento, los catamarqueños entraron en la recta final en el camino a las elecciones del domingo venidero con dos opciones bien marcadas: la continuidad del Frente Cívico y Social, el partido que gobierna desde la caída del peronismo en 1992, o la renovación del justicialismo encarada por el Frente para la Victoria.
Fuego cruzado
De esta manera, el gobernador Eduardo Brizuela del Moral, quien busca su segunda reelección, y la kirchnerista Lucía Corpacci se ubicaban, a una semana de los comicios provinciales, "quemarán los últimos cartuchos" políticos que tienen en las manos, buscando el triunfo.
Brizuela del Moral, un radical que años atrás tuvo afinidad con el kirchnerismo, aseguró que con el triunfo que espera para las elecciones del domingo "les guste o no les guste, vamos a seguir gobernando por 20 años más".
Las encuestas del oficialismo ubican al gobernador en 14 ó 15 puntos por encima del FpV, pero otras más independientes hablan de un "empate técnico".
Desde el kirchnerismo, Corpacci cuestionó al Gobierno provincial por deslindar responsabilidades por sus problemas de gestión. "Tenemos un Gobierno nacional que apuntala a las provincias que trabajan. Y éste es un Gobierno provincial que no se hace cargo de los problemas, para nada, sino que tiene por costumbre echarle la culpa a otros", sostuvo. (NA-Télam-Especial)