Las lesiones que tenía en su cuerpo no podían haberse producido en una caída. Incluso, algunas fracturas no eran recientes. Por eso, el médico interrogó a la madre sobre esos golpes, y al obtener respuestas evasivas, dio aviso a la Policía. Una mujer y su esposo fueron detenidos, luego que se corroboraran las tremendas lesiones que tenía su hija, de dos meses.

El lunes a la noche, una maestra llegó a un sanatorio ubicado en Balcarce al 400 con su beba. De acuerdo a lo informado por fuentes policiales, la mujer le dijo a los médicos que había sufrido una caída. La primera revisión a la nena le permitió al profesional constatar que tenía fracturas en las costillas y en el fémur, además de lastimaduras en la cara.

Pero al continuar revisándola, el médico descubrió que en los tobillos y en los hombros tenía fracturas encalladas, lo que hace estimar que esas lesiones se produjeron entre 20 a 30 días atrás.

El profesional que atendió a la beba de 60 días comenzó a preguntar a la madre por el origen de esas lesiones. Pero solo escuchó situaciones incoherentes e imprecisas como respuesta. Ante la sospecha de que podría tratarse de un caso de maltrato infantil, el médico llamó a la Policía y los puso al tanto de la situación.

De vieja data

Los médicos de la Policía confirmaron las sospechas del profesional del sanatorio: las fracturas en los dos tobillos y en los hombros eran de vieja data. Inmediatamente, se comunicaron con la fiscalía de turno.

Personal policial de la seccional 1ª, a cargo de los comisarios Luis Alderete, Ramón Quinteros y Heberto Cortez, detuvo a la mujer y su esposo, que fueron llevados a declarar durante la tarde ante el fiscal subrogante Carlos Sale. La madre quedó alojada en la Brigada Femenina, en tanto que el padre de la beba fue trasladado a la seccional 2ª.

Mientras tanto, una guardia policial custodiaba la habitación donde quedó internada la beba golpeada. De acuerdo a fuentes del nosocomio, tenía dificultades para respirar, debido a las lesiones en las costillas, pero se encuentra fuera de peligro. Solamente los médicos y enfermeros autorizados tienen permitida la entrada a la habitación donde se recupera la menor. Según trascendió, unos tíos de la niña se acercaron a preguntar por su estado de salud. No los dejaron que la vieran.

Por su parte, hasta ayer a la tarde ningún familiar o allegado se había acercado hasta los lugares de detención de la pareja. La Justicia buscará encontrar algún familiar a quien le otorguen la custodia provisoria, mientras se resuelve la situación de los padres.