SANTIAGO DE CHILE, Chile.- Un estudio internacional coordinado por el Instituto de Geofísica y Vulcanología de Italia sostiene que la región central de Chile, la misma que el 27 de febrero de 2010 sufrió un terremoto de magnitud 8,8 grados, está expuesta a padecer otro igualmente destructivo. Según la investigación, la falla en la que se generó ese sismo, que derivó en un maremoto, no liberó aún toda la energía contenida.

Stefano Lorito, autor principal del trabajo, declaró: "el modelo que elaboramos indica que una fuerza notable se acumuló en esta región, aumentando la probabilidad de que ocurra otro fuerte terremoto. El movimiento del año pasado se cobró la vida de 520 personas y causó daños materiales por valor de 30.000 millones de dólares. Desde 1835, en el sector se contabilizaron seis sismos, entre ellos el que ocurrió en 1960, que tiene el récord mundial de 9,5 grados Richter. (Especial)