La crítica se ensañó particularmente con este disco de Carlos Santana, una colección de covers recreados por la guitarra del mexicano y las voces de un seleccionado de estrellas. Santana eligió 12 clásicos -la mayoría del período previo a 1975- y los tocó con potencia y respeto, más cerca del homenaje que de la reversión. La banda suena tan precisa y ajustada como siempre, y los riffs -impecablemente fieles y generosos con los originales- ratifican que los dedos de Santana no perdieron rapidez ni sensibilidad. ¿Qué se cuestiona entonces de "Guitar Heaven: The greatest guitar classics of all time"? Su linealidad, la carencia de sorpresas (!), cierta tendencia a la repetición. En fin.
Hay muy buenos momentos en este disco. Realmente disfrutables. NAS rapea "Back in black", de AC/DC, y le sale bárbaro; mientras que los arreglos de violonchelo introducidos por Yo-Yo Ma en "While my guitar gently weeps" son exquisitos, al igual que el punteo de Santana. Otro punto alto: para recrear el espíritu de los Doors el propio Ray Manzarek toca el órgano en "Riders on the storm" (y canta Chester Bennington, de Linkin Park). Gran final.
Chris Cornell le pone el pecho al desafío de alcanzar las notas inalcanzables de Robert Plant ("Whole lotta love") y aprueba. Peor le fue a Jacob Shaddix (Papa Roach) adentrándose en el mundo Deep Purple ("Smoke on the water"). Hummm... Y hay mucho más: Scott Weiland meneándose a lo Jagger, Joe Cocker hendrixado ("Little wing"), Pat Monahan a lo Van Halen; Rob Thomas a lo Cream... Uf. Vale.