Comenzó a bajar a la mina a los ocho años, cuando su padre lo llevaba con él. Ahora tiene 48 y es operador de taladro. El día anterior al derrumbe, le dijo a su pareja que la mina estaba a punto de asentarse y que no le gustaría ser uno del turno cuando llegara el día. María, la hermana, ha sido nombrada extraoficialmente la alcaldesa del campamento Esperanza. LA GACETA ©