Su historia fue un verdadero culebrón. Una mañana, se presentaron en la carpa destinada a los familiares dos mujeres. Por un lado, Marta Salinas, quien había sido su esposa durante 28 años. Por otro, Susana Valenzuela, con la que mantiene una relación desde hace meses. El tema de fondo era saber quién tenía derecho a administrar el dinero. Gracias a los conductos habilitados para mantener el contacto, el minero pudo resolver sus problemas de pareja. Es el enfermero del grupo. Se encarga de trasladar los informes médicos de sus compañeros al equipo de rescate. LA GACETA ©