Es minero desde que tiene 12 años. El día antes del derrumbe, su esposa le dijo que no fuese a trabajar, que mejor tramitara los papeles de la pre-jubilación. Pero la empresa había comprado un camión nuevo y le contestó que quería disfrutarlo. Don Heredia manejaba la maquinaria pesada y pocas veces se adentraba en la mina. Debido a su calma y a su buen ánimo, ha resultado una de las piezas fundamentales del grupo. LA GACETA ©