Entre las mujeres genera algo de resistencia la idea de tener que sacarse los tacos para manejar. Sucede que muchas no quieren sacrificar el estilo por la comodidad. Silvina Borquez, vendedora de zapatos de un comercio céntrico, sostuvo que si realmente los tacos fueran peligrosos eso se notaría en las estadísticas. "Está claro que la mayoría de los accidentes aparece la imprudencia de los hombres y no los tacos", aclara, y luego se sienta en los sillones probadores para simular la mejor forma de manejar con tacones : "al principio puede ser una ciencia, pero después una se acostumbra. Basta con inclinar un poco el pie para alcanzar la altura adecuada de los pedales", señala la mujer de 35 años, que maneja hace 15. Para ella lo fundamental es que el zapato no sea insoportable. "Si te sentís cómoda, no importa el taco", dice.
Mientras se prueba unas súper sandalias de 12 centímetros de altura, Mariela Velázquez sostiene que lo riesgoso no son los tacos, sino los calzados con plataforma. "Las primeras veces fue complicado. Di una vuelta a la manzana y me pareció muy difícil. Ahora que estoy entrenada ya no puedo manejar sin ellos", confiesa la estudiante de Derecho, de 27 años. A Isolina Ramírez, en cambio, no le gusta conducir con tacos. Pero sí sabe hacerlo. "Los tacos me obligan a apretar más tiempo el pedal de embrague, para estar segura. De todas formas, siempre llevo un par de zapatillas a mano", cuenta.