La Justicia Federal concretó ayer una inspección ocular en la planta de disposición final de la basura de Pacará Pintado, en el marco de una investigación abierta ante la posibilidad de que residuos sólidos o líquidos del predio contaminen las aguas del río Salí, que fluyen a unos 100 metros.

Fuentes judiciales confirmaron que en el predio que explota la empresa Servicios y Construcciones La Banda SRL se presentó ayer Mario Racedo, a cargo del Juzgado Federal Nº 2. En la causa, el magistrado interviene a partir de una actividad preventiva concretada el 31 de octubre de 2007 por Gendarmería Nacional, que alertó acerca de que en el lugar podrían violarse las disposiciones de la Ley 24.051 (de Residuos Peligrosos).

Junto al magistrado se constituyeron los peritos Jorge Albornoz y Juan Ruiz, a los fines de efectuar una inspección ocular que permita precisar algunos puntos vinculados con los resultados de las muestras tomadas por especialistas de la Universidad Nacional de Tucumán y del Instituto Miguel Lillo.

Los tres peritos de la UNT (Diego Sebastián Fernández, María Elena Puchulu y Sergio Miguel Georgieff) efectuaron a mediados de 2009 análisis sobre muestras de agua, de suelo y de sedimentos.

El eventual derrame de efluentes a un cauce conectado a un sistema hídrico interjurisdiccional (el Salí-Dulce, que desemboca en Las Termas de Río Hondo) es lo que justifica la competencia federal.

Competencia

Ya en 2008 el juez subrogante había ordenado un allanamiento destinado a constatar si la empresa Servicios y Construcciones La Banda contaba con las construcciones adecuadas para evitar el vertido de residuos a cursos de agua que derivan en otros de proyección interjurisdiccional. Además, Racedo quería saber si esas defensas, en caso de existir, servían para evitar el derrame durante las épocas de lluvia. La medida también apuntaba a determinar si la empresa, encargada de la recolección de residuos industriales y domiciliarios, disponía de una planta de tratamiento de residuos o, en caso contrario, dónde son volcados estos. Con tal fin autorizó a que fueran tomadas muestras líquidas y de desperdicios sedimentados, para efectuar los correspondientes análisis de laboratorio.

En un comienzo, Racedo recibió un primer informe de la misma Gendarmería Nacional. Y luego dispuso otro, para que sea complementario del primero. Para eso, solicitó la intervención de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), que envió los nombres de tres posibles ingenieros (Ricardo René Ferrari, Juan Ruiz y Pedro Jorge Albornoz) para que practiquen la importante pericia. Finalmente, la tarea les fue asignada a Ruiz y a Albornoz.

Paralelamente, en la Justicia provincial aún debe resolverse una acción de amparo promovida por la Federación de Organizaciones Ambientalistas No Gubernamentales, que reclama el cierre del predio.

Advertencia anterior
La posibilidad de que la planta de Pacará Pintado vierta residuos al curso del río Salí ya había sido advertida en 2004 por el Instituto de Geociencias y Medio Ambiente de la UNT había efectuado una seria advertencia. "El terreno escogido para repositorio de la basura presenta riesgos severos de inundación fluvial y riesgo grave de contaminación hidroquímica del río Salí", se había alertado.