Su lista de seguidores crece de manera impetuosa con el correr de los minutos. La cuenta que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner posee en Twitter sumó en pocos días más de 45.000 usuarios, y se ubicó al tope del ránking de los funcionarios argentinos en esa red social.

La jefa de Estado se convirtió así en la política de mayor impacto. El blogero y analista Enrique Ansaldi, especialista del mundo de los 140 caracteres, explica que el comportamiento del perfil de @CFKArgentina fue inusual para los parámetros habituales de Argentina. "Tuvo un incremento muy grande", dice.

De hecho, desde el viernes pasado hasta hoy, recibió en promedio 5.000 adherentes diarios. De seguir así, el número de seguidores de Fernández de Kirchner podría desbancar en pocos días a los, hasta ahora, políticos más populares de Twitter. Ellos son Aníbal Fernández, con 62.720, y Mauricio Macri, con 66.979.

El espacio de Fernández de Kirchner fue creado el pasado 30 de abril, pero el viernes pasado, cuando obtuvo la verificación, se difundió. Hasta ahora, la actividad de CFK se limitó a reproducir (retwittear) mensajes de los 21 usuarios que sigue y a cargar tres tweets propios.

"Lo que más me gustó fue saber que el sanatorio no atenderá solo a sus afiliados sino, a todos los habitantes de Catriel. Eso es solidaridad", se lee en el último mensaje colgado, en referencia al policlínico abierto ayer por el Gobierno nacional en el sur del país.

En el listado de seguidos por CFK aparecen el canciller Héctor Timerman, el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, el gobernador bonaerense Daniel Scioli y los ministros Florencio Randazzo, Amado Boudou y Nilda Garré. También recibe los mensajes de su cuñada, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner.

Entre los legisladores se encuentran Agustín Rossi, Miguel Angel Pichetto y Nicolás Fernández. Julio Puimato, jefe de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación, es el único sindicalista de la nómina. Las cuentas de Canal 7 y de Telesur se hallan también entre las seguidas por la mandataria peronista. LA GACETA ©