María Laura Leal, la única condenada en la causa por la muerte de Carla Romina Ortega, cumplió con todo lo que le había encomendado la jueza de Menores, Nora Wexler, cuando la magistrada le dictó las medidas tutelares: terminó la escuela; tuvo un óptimo comportamiento; recibió informes favorables de los expertos; incluso, realizó monografías sobre varios libros (entre ellos, Platero y yo y Cuentos jóvenes para jóvenes). Por ello, la magistrada resolvió dictar la condena de tres años de prisión condicional, sentencia que es duramente criticada por los familiares de la víctima.

Carla salió de su casa el 24 de septiembre de 2007. No se sabe dónde durmió, pero testigos la vieron al día siguiente junto a Leal (que entonces era menor) y una adolescente identificada como J. La familia de la joven fallecida afirma que Lorena y Johana Alderete también estaban con ellas.

Ortega fue hallada dos días después en el fondo de un barranco del cerro San Javier. Desde entonces, los familiares de la víctima reclaman el esclarecimiento del caso y sostienen que se trató de un homicidio. Leal, la única que llegó a juicio por esta causa, fue juzgada y condenada por abandono de persona seguido de muerte el año pasado, tras un dictamen de la sala VI de la Cámara Penal. Los magistrados también ordenaron que el caso se investigara otra vez, pues no quedó del todo claro tras el debate si Carla se accidentó o fue asesinada.

El jueves, Leal recibió la sentencia de Wexler (secretaría de Daniel Clemente). El fiscal de Cámara, Manuel López Rougés, había solicitado la pena máxima que contempla Código Penal para ese delito; es decir, 15 años. El defensor de la joven, Pablo Rivera, solicitó la absolución, al igual que el defensor de Menores, Silvio Maza Villalba.

Finalmente, la jueza dio el polémico dictamen.

Aunque la magistrada aún está trabajando en los fundamentos del dictamen, todo parece indicar que se sustentó en el artículo 4 de la ley 22.278. Según esa norma, la imposición de la pena está supeditada a varios requisitos.

El primero es que una cámara penal haya dictado su responsabilidad penal; además, debe haber cumplido los 18 años (Leal ya tiene 19); y se debe haber impuesto un seguimiento tutelar de, al menos, 12 meses. Si todos estos supuestos se cumplen y el juez de Menores tiene una buena impresión del adolescente, pude aplicar una pena reducida al grado de tentativa, más allá de que el hecho se haya concretado. "Si fuese innecesario aplicarle sanción, lo absolverá", añade la ley.

Fuentes del juzgado aseveraron que, de todas maneras, esta no es la última palabra en esta causa, y que tribunales superiores revisarán el polémico veredicto si el fiscal lo apela. "Si se le daba una condena mayor a esta joven, hubiera sido arbitrario. Había cumplido con todo lo que se le había exigido; la función de los jueces de Menores es recuperar a los adolescentes, más allá de que la sociedad quiera las penas más drásticas", dijo una fuente tribunalicia.

José Ortega, padre de la víctima, fue recibido por Wexler tras el dictamen, y le manifestó su enojo. "El martes vamos a ir a los Tribunales para tratar de que esto no quede acá. Nosotros exigimos un cumplimiento efectivo de la pena", dijo Alejandra Ortega, hermana de al víctima.