BUENOS AIRES.- El músico argentino Andrés Calamaro dijo adiós a Twitter, cansado de recibir reprimendas de parte de los miles de activistas defensores de los animales, a causa del apoyo que dio, hace algunas semanas, a las corridas de toros en España.
En su salida no dejó títere con cabeza. Olvidando todo verso escrito alguna vez en sus canciones, se fue dando patadas e insultos al mejor estilo punk. "140 caracteres pueden meterselos profundo en el medio del o...", exclamó, a la vista de sus 100.000 seguidores. Y continuó: "me importa tres pepinos perder un segundo más en el rebaño de boludos con blackberry".
Un descargo más extenso puede leerse en su blog, donde publicó los siguientes versos: "lo prometido es deuda y cuando el coro de pichaflojas llegó a cienmil (no voy a decir almas porque no se puede generalizar), algunos de los cuales fueron contertulios con sustancia (siempre hay un margen de un 2 % que se salva del naufragio de las vergüenzas), después de un gracioso coqueteo con un aparente cabinet (lobby) de abogados y publicistas lisérgicos, reclutados para gestionar la ahora ex-cuenta, pues le puse punto final al feedback con el carnaval careta, los falsos profetas de la nada misma y la resaca de la fauna humana (?) irrespetable, insolente y desinteresante. Sigo con mi vida, que es suficiente". LA GACETA ©