BUENOS AIRES.- Omnipresente y difícil de quitar. El polvillo que a principios de la semana cayó sobre Buenos Aires molestó a las amas de casa, pero sobre todo dejó a los vecinos llenos de curiosidad. Algunos pensaron que había llovido arcilla, y se barajaron numerosas hipótesis, incluso hasta se creyó que se trataba de arena del Sahara. Esta mañana, el meteorólogo y periodista científico Mauricio Saldívar anunció en Twitter que encontró el verdadero origen. 
"El polvo proviene de una tempestad originada en Bolivia, cuyas partículas fueron transportadas varios cientos de kilómetros por los vientos y depositadas, junto con la lluvia, sobre toda el área metropolitana de la ciudad de Buenos Aires", precisó, y agregó que el fenómeno también afectó a algunas zonas de Jujuy y de Salta. 
El polvillo, -consignó Saldívar en su blog- presentaba un color rojizo, similar a la arcilla misionera, y en otros, un color blanco. El rasgo común es que tenía una poderosa adherencia a las superficies, lo que lo hacía difícil de limpiar. (Especial)