ATENAS/MADRID.- Para lograr la multimillonaria ayuda del FMI y la Unión Europea, Grecia tendrá que endurecer el ajuste, se supo ayer, en tanto en España el sector financiero pidió al Gobierno reformas estructurales en la economía como respuesta a la rebaja en la calificación de su deuda. Entre las condiciones impuestas a Atenas figuran más rebajas de salarios, recortes en el sector público y a los jubilados, así como nuevas subas de precios e impuestos.

El plan de ayuda del FMI y la eurozona a Grecia, que podría tener un monto de más de 120.000 millones de euros en tres años, seguirá negociándose a más tardar hasta el domingo.

Algunos detalles, sin embargo, se conocieron ayer tras una reunión en la que el primer ministro griego, Giorgios Papandreu, informó de las medidas a las cúpulas sindicales y empresariales.

Entre éstas figura la supresión de los dos meses de salario extraordinarios para empleados del Estado y de las dos pagas extras para jubilados. Ya se había anunciado un aumento en el IVA del 21% a posiblemente el 23%, la segunda desde principios de año.

También se prevé un nuevo aumento (el tercero) en los impuestos indirectos al tabaco, las bebidas alcohólicas y los combustibles.

En el ámbito público se aspira a acordar una congelación salarial por al menos tres años, y el mismo objetivo es deseable para el sector privado, según las negociaciones. Fuentes del Ministerio de Finanzas adelantaron que todas estas medidas pueden anunciarse de forma oficial en breve.

"Son medidas duras y amargas. Son unilaterales e injustas", criticó tras el encuentro Giannis Panagopulos, presidente de la Federación de Sindicatos del Ambito Privado.

Papandreu advirtió de que la situación es dramática y pidió a todas las partes cooperar para salvar el país.

En tanto, en la península ibérica ayer el Banco de España (central) y el grupo Santander pidieron al gobierno de Madrid reformas estructurales"en la economía, luego de que la agencia de análisis financiero Standard & Poor`s rebajó la calificación de la deuda, al estimar que se extenderá la debilidad de la economía del país.

Según el director de Estudios Económicos del Banco de España, José Luis Malo de Molina, los mercados muestran con sus reacciones una llamada a la necesidad de que se adopten las medidas de política económicas necesarias para abordar las reformas estructurales.

En la Facultad de Económicas de la Universidad Complutense de Madrid, Malo de Molina pidió al Ejecutivo una voluntad decidida para llevar el déficit público al 3% en 2013, así como para una reforma del mercado laboral y reestructuración del sistema financiero.

"No se ven propuestas lo suficientemente ambiciosas para afrontar los problemas que tiene el país, para generar la capacidad de empleo y estimular la contratación permanente e indefinida de trabajadores", aseguró Malo de Molina.

De todos modos, el dirigente del Banco de España dijo que aunque haya déficit público, la situación financiera del país no es comparable a otros, en referencia a la calificación de la deuda española por parte de Standard & Poor`s.

Además, apuntó que otras dos agencias, Fitch y Moody`s, siguen manteniendo la calificación de "triple A" para España. El miércoles, la solvencia de la deuda de España pasó AA+ a AA con perspectiva negativa, aunque Standard & Poor`s aseguró la fuerte capacidad del país para cumplir con sus compromisos financieros. La calificación a la baja de la deuda se produjo porque ladebilidad de la economía de España se prolongará, pues el Producto Interno Bruto (PIB) apenas subirá un 0,7% entre 2010 y 2016, según Standard & Poor`s. España, en recesión desde hace varios meses, atraviesa una crisis severa desde 2008, donde el desempleo se presenta como la faceta más dramática, con una tasa que superó el 20% en el primer trimestre de 2010. (DPA)