Desde siempre, las campañas políticas -y más en tiempos electorales- echaron mano a la tecnología de la época como herramienta con la que desarrollarse. Algunas de estas perduran en el tiempo; otras devienen vetustas frente a la irrupción de nuevas armas, y comienzan a desaparecer, aunque no sin oponer férrea resistencia.

El volante, por ejemplo; aquel papel impreso en el que se sintetizaban brevemente las ideas de los distintos grupos, aún se utiliza hoy, con formato aggiornado. Pero de a poco, pierde cada vez más terreno ante sus primos digitales: el e-mail (correo electrónico) y el SMS (siglas en inglés de Short Message Service, que significa servicio de mensaje breve; nacionalmente conocido como "mensaje de texto").

La carrera por la conducción de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) no quedó al margen de esta nueva costumbre. Tanto el grupo que promueve la reelección del actual rector, Juan Alberto Cerisola, como los prosélitos de la vicerrectora, María Luisa Rossi de Hernández, apelaron a este tipo de instrumentos para esparcir sus propuestas y, de este modo, convencer a los distintos electores.

Cuando aún faltaban largas semanas para que el runrún electoral cobre fuerza, la comunidad universitaria de las distintas facultades comenzó a recibir mails de remitentes a los que no estaba acostumbrado a leer. Con el correr de los días, esos remitentes aparecieron como candidatos a decanos e, inmediatamente, los mails se intensificaron. Más adelante aparecieron nuevos correos, de personas que no eran sino postulantes de algunos de los estamentos que componen la UNT (docentes, no docentes, graduados y estudiantes), que apoyaban al candidato que había iniciado el contacto.

El mensaje de texto es utilizado entre los íntimos. En principio, porque el número del teléfono móvil no es algo que se haya dispersado tan masivamente como el e-mail. Pero, esencialmente, porque los costos no son los mismos: por centavos pueden mandarse cientos y hasta miles de e-mails, mientras que cada mensaje de texto cuesta, en promedio, $ 0,40.

De todos modos, así como algunos ya comenzaron a recibir publicidades en sus celulares, no se descarta que en un futuro cercano aturdan los ringtones en los encuentros de amigos, anunciando que llegó un mensaje político o que un candidato está pidiendo el voto.

Otra modalidad novedosa que asomó durante esta campaña por el rectorado de la UNT es el sitio web oficial de la fórmula. Cerisolistas (www.cerisola-bardon.com.ar) y rossistas (www.unt2010.com) publicaron páginas en la internet con el fin de dar a conocer sus iniciativas y las acciones que desarrollan.

Ambas de diseño atractivo y de similar formato muestran, sin embargo, algunas diferencias: el grupo de Rossi optó por el color rojo mientras que el sector de Cerisola eligió el azul.

En ambas se puede encontrar, en formato multimedial (audio, video y texto), notas y entrevistas a docentes, a estudiantes y a otros actores universitarios que manifestaron apoyo explícito por uno de los candidatos, así como también datos útiles de cara a las elecciones. Además, los sitios ofrecen la opción de contacto, donde el visitante puede enviar sus consultas.

Las dos páginas se actualizan luego de la elección de cada estamento (se desarrollaron, hasta ahora, los comicios de consejeros docentes y no docentes, con lo que se completó el 50% de la primera etapa de cara a la elección de rector). Mañana, tras el escrutinio del voto de los graduados, se espera que se publiquen nuevos datos; al igual que el miércoles, luego de la elección de los estudiantes.

Llegaron carteles

Aunque ya conocidos por los electores universitarios que, comicios tras comicios ven cómo se empapelan las facultades con afiches, este instrumento recién está ganando presencia en la vía pública. Por las calles del centro pudieron verse carteles dirigidos a estudiantes y a graduados. Los primeros llaman a votar al Movimiento Humanista, los segundos, a la candidata por la lista Independencia para la Universidad Pública, Erica Brunotto. Ya en otras elecciones se observaron pintadas en las paredes cercanas a las unidades académicas; hasta ahora, no parece ser el caso en este proceso.