El juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), Carlos Rosenkrantz, detalló su visión sobre la función institucional del máximo tribunal, remarcando la relevancia del principio de imparcialidad y los límites que, a su entender, deben encuadrar la actuación de los magistrados ante causas de alto impacto político y mediático vinculadas a hechos de corrupción.
En el documento difundido, Rosenkrantz afirmó que su desempeño como juez no responde a agendas políticas ni a intereses asociados a expedientes determinados. En ese sentido, negó de manera explícita que tenga una orientación particular respecto de causas por corrupción y sostuvo que esa interpretación no refleja su concepción del ejercicio de la función judicial, en respuesta a lo señalado en una nota periodística, consignó el diario "Ámbito".
El magistrado también rechazó cualquier lectura que sugiera una intervención direccionada en procesos específicos y reiteró que su rol se encuentra estrictamente limitado por las reglas que rigen la actuación judicial, especialmente aquellas vinculadas al deber de neutralidad frente a los casos en trámite.
“El ritmo de la tramitación de las causas en las que es parte la doctora Cristina Fernández de Kirchner depende únicamente de las decisiones de los jueces de grado competentes y de los tribunales superiores que sobre ellos ejercen la superintendencia”, sostuvo, marcando una delimitación precisa de competencias dentro del Poder Judicial nacional.
Las declaraciones del integrante de la Corte nacional se dio ante un contexto de críticas públicas, de espacios políticos en particular, hacia el Poder Judicial nacional por la calidad de la intervenciones judiciales según el caso o la vinculación política, justamente: con referencia a la falta de resolución por denuncias contra Mauricio Macri y ex integrantes del actual gobierno nacional, y sus entornos.
En su pronunciamiento, Rosenkrantz también reconoció un solo punto de coincidencia con los temas que circulan en el debate público: la situación incompleta del tribunal. “Excepto por el hecho de que efectivamente me preocupan las vacantes existentes”, señaló, con referencia a la actual conformación de la Corte Suprema, que funciona con un número reducido de integrantes.