Con honda preocupación escribo por los atentados que ciertos personajes y mocosos hacen en la ruta 38, entre Río Seco y Villa Quinteros.  Seguramente lo hacen para provocar accidentes y robar, porque ese tipo de malnacidos es lo único que saben hacer y nunca trabajar. A esos inescrupulosos los deben encerrar para que dejen de provocar tamaños daños y perjuicios. Me tocó con un familiar, que gracias a Dios,  está con vida, y su moto nueva no sirve más.  Demasiado injusto por el sacrificio que implicó qué tuviera ese vehículo que le sirve para ir a su trabajo y también trasladar a su hijo, un jovencito autista. Si supieran el daño que hicieron estos criminales sueltos, pedirían perdón.  Pero al margen del arrepentimiento que ni deben conocerla, aquí surge la extrema necesidad de la investigación y el accionar de la autoridad policial a la mayor brevedad,  porque no van a parar estos delincuentes hasta que se roben vidas valiosas. Ojalá esto llegue urgente a conocimiento del Ministro de Seguridad y al señor Jefe de Policía para encerrarlos y poner punto final al modo que instalaron esos nefastos personajes que perjudican a toda la sociedad.

Paula Isabel Arévalo                           

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