Principalmente los domingos, leo mucho, sobre todo política internacional y nacional. Este domingo que pasó no fue la excepción y las noticias del mundo cuentan cómo la lúcida y creativa ultraderecha internacional sigue haciendo de las suyas y creciendo en amplios sectores de sus sociedades, mientras la progresista izquierda socialdemócrata intenta contrarrestar ese avance, con consignas y propuestas de finales del Siglo XIX y principios del XX. Algo similar sucede en Argentina, en donde la partidocracia tradicional se sacude el polvo de sus harapientos trajes para intentar mostrarse presentable, aunque su paso mendicante la delata y condena, sin capacidad de defensa ante tanto fracaso acumulado y repetitivo que nos llevó a este presente, con una chatura política que espanta y que ofende la memoria de aquella bien formada militancia de las décadas de 1970/1980. Ese nivel de degradación de la política concluyó con la elección de un personaje como Milei en el cargo de Presidente de la Nación. Pero lo que realmente me impactó fueron los datos que el periodista Marcelo Aguaysol desarrolló en su columna “¿Cuánto y en qué gastan los tucumanos en el súper?” (14/12), brindando datos de una última medición que indica -entre otras cosas- lo siguiente: “El 62% redujo gastos de su presupuesto en el último mes. El 50% de los consultados por Moguier declaró que se quedó sin dinero antes de terminar el mes, y el 57% afirmó que está endeudado...”. Aun así, un 53% de los encuestados mantiene sus esperanzas para el 2026. Aquellos votantes de Milei que ya sobrevivieron a las dictaduras, a Martínez de Hoz y a Cavallo; a Menem, con Cavallo, Francos y Scioli; a De la Rúa, con Cavallo, Bullrich, Sturzenegger y Rodríguez Larreta; a Macri, con Peña, Bullrich, Sturzenegger, Dujovne y Caputo; a Milei, con Caputo, Sturzenegger, Bullrich, Scioli y Francos (un círculo de casta pura, para nada virtuoso), me llevaron a pensar en dos frases muy comunes, aunque muy poco utilizadas por el sentido común. Estas son: “Quien no conoce su historia, está condenado a repetirla”, es una de mis favoritas; pero me quedo con esta: “Solo hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana, pero de la primera no estoy seguro”. Es a Albert Einstein a quien se le atribuye esta famosa cita que equipara la infinitud del Universo con la estupidez humana, mostrando escepticismo sobre la primera. Según la IA, la estupidez puede afectar también a personas inteligentes, al tratarse ésta de una falta de previsión, una ceguera colectiva o una actitud de no querer ver la realidad, aunque el peso de la misma lo aplaste lenta e inevitablemente. Por todo lo dicho, votantes de Milei, siéntanse importantes, teniendo en cuenta que alguna vez estuvieron en el pensamiento de una de las mentes más brillantes que tuvo la Humanidad en toda su historia.

Javier Ernesto Guardia Bosñak 

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