La Confederación General del Trabajo (CGT) criticó con dureza la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional y denunció la falta de diálogo previo con el sector sindical y empresarial. El cotitular del triunvirato de la central obrera, Cristian Jerónimo, calificó la iniciativa oficial como “un proyecto regresivo para los trabajadores” y advirtió que no apunta a resolver los problemas estructurales del empleo en la Argentina.
“Apelábamos a la responsabilidad institucional del Gobierno para que convoque a una mesa de diálogo y negociación. Nunca quiso dialogar con el sector sindical y empresarial”, afirmó Jerónimo este sábado en declaraciones a Radio Mitre.
El proyecto de reforma laboral fue enviado el pasado 11 de diciembre por el presidente Javier Milei al Congreso para su tratamiento en sesiones extraordinarias. La iniciativa introduce modificaciones en el régimen de contrataciones, que incluyen cambios en el período de prueba, las licencias por vacaciones, la implementación de los denominados “bancos de horas” y el sistema de indemnizaciones.
En ese contexto, el dirigente sindical puso el foco en la informalidad laboral y planteó uno de los principales desafíos del mercado de trabajo. “Nos tenemos que poner a pensar cómo hacemos para incorporar al 45% de trabajadores que están en el sector informal”, remarcó.
Jerónimo también recordó que la Ley Bases, impulsada por el Gobierno nacional y aprobada este año, incluyó cuatro modificaciones en materia laboral que, según sostuvo, “no generaron un solo puesto de trabajo”.
Pese a las críticas, el referente de la CGT aseguró que la central obrera no se niega a discutir cambios. “No estamos cerrados a las modificaciones. Estamos dispuestos a discutir todo”, señaló, aunque insistió en la necesidad de un ámbito de negociación formal.
En otro tramo de la entrevista, el dirigente defendió la vigencia de los convenios colectivos de trabajo, uno de los puntos que la reforma oficial busca modificar al eliminar el concepto de “ultraactividad”, que permite que un convenio continúe vigente aun después de su vencimiento hasta que se acuerde uno nuevo.
“Existe una herramienta muy eficaz que son los convenios colectivos de trabajo. Tenemos dos ejemplos claros en la Argentina de que cuando hay una necesidad, las partes se ponen de acuerdo: el sector automotriz y el petrolero”, concluyó Jerónimo.