Arrancar bien una campaña de siembra resulta fundamental para comenzar el camino con el pie derecho. Debido a ello conviene tener en cuenta las recomendaciones que indican los técnicos.
Franco Scalora, coordinador del proyecto Trigo, Maíz y Sorgo de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), difundió algunas recomendaciones para el inicio de campaña de maíz y de sorgo en el NOA, para esta campaña 2025-2026 que ya está encima.
Cada nueva campaña de maíz y de sorgo en el NOA demanda una planificación minuciosa, acorde a las particularidades de una región cada vez más desafiante desde lo climático. “Durante los últimos años, las variaciones y las anomalías climáticas -particularmente en lluvias y en temperaturas- se han vuelto más frecuentes. Y ante este escenario cambiante, la eficiencia en el uso de cada recurso disponible se vuelve un factor decisivo para sostener la productividad”, indicó Scalora.
Uno de los aspectos determinantes es el control temprano de malezas. “Los barbechos bien realizados, iniciados con suficiente antelación, permiten no solo reducir la competencia de malezas, sino también conservar una mayor cantidad de agua en el perfil del suelo, algo fundamental en ambientes donde las lluvias suelen ser irregulares”, dijo.
Por otra parte, mantener una buena cobertura de rastrojo en la superficie de cultivos antecesores, ayuda a proteger el suelo, a disminuir la temperatura y la evaporación de este, y a mejorar la infiltración. De ese modo se garantiza una base más estable para el desarrollo de los cultivos.
“Una vez definido el lote, conviene verificar la recarga hídrica del perfil antes de sembrar. Medir o estimar la cantidad de agua útil disponible en el suelo permite ajustar las decisiones de manejo; en especial, la fecha de siembra”, indicó. Y explicó que en años con perfiles poco recargados, postergar ligeramente la implantación puede marcar la diferencia entre un cultivo con buen arranque y uno limitado desde sus primeras etapas: “En esta etapa también resulta conveniente realizar monitoreos para detectar de manera temprana la presencia de algunas plagas, como chinches o gusanos cortadores, que pueden comprometer el stand de plantas”.
Decisión estratégica
Puntualizó que la elección del híbrido es una decisión estratégica, que requiere especial atención. “En el NOA, donde la variabilidad ambiental es marcada, resulta fundamental seleccionar materiales adaptados a las condiciones locales y con buen comportamiento frente al estrés hídrico y térmico. “Los ensayos regionales, como los que lleva adelante la Eeaoc, aportan información clave sobre rendimiento, estabilidad y adaptación de distintos híbridos de maíz y sorgo en ambientes representativos de la región”, señaló.
Y añadió que, a su vez, es indispensable considerar el comportamiento sanitario, priorizando híbridos con buena respuesta frente al complejo del achaparramiento en maíz y materiales de sorgo con tolerancia al pulgón amarillo, plaga que ha cobrado relevancia en las últimas campañas.