Lo que comenzó como un encuentro casual en ruta de Tampa, Florida, terminó convirtiéndose en una historia de amor inesperada. Jaime, una mujer estadounidense que vivía con su marido y sus dos perros, encontró un pequeño pato que había perdido a su madre y vagaba solo cerca de su casa. Sin pensarlo, decidió rescatarlo, sin imaginar que ese gesto cambiaría para siempre su rutina familiar.
El ave, de apenas unas semanas de vida, requería cuidados constantes. Jaime lo llevó a su hogar, lo cobijó y comenzó a criarlo como una mascota más. Lo llamó Monty y, aunque nunca había tenido experiencia criando aves, su dedicación se volvió clave para su supervivencia.
“No tenía experiencia previa con patos. Monty, cada vez que estábamos en casa, lo sacábamos y lo dejábamos estar con nosotros”, contó la mujer en un video compartido por The Dodo, consignó el diario La Nación.
Las imágenes muestran cómo el pequeño pato se acomodaba sobre el cuello de Jaime y se resguardaba entre su cabello. La conexión fue inmediata. Con el paso de los días, Monty empezó a integrarse plenamente a la vida familiar.
“Creció tanto que tuvo que mudarse afuera. Vamos. Todas las mañanas lo saco y sale a caminar con los perros”, relató Jaime, quien junto a su marido construyó una gran jaula en el patio para que el pato permaneciera allí cuando ellos no están. Como parte de su rutina, también lo llevan al parque junto a sus dos canes, motivo por el cual Monty se comporta como un miembro más de la manada.
Los obstáculos que debió enfrentar Jaime por su decisión
Sin embargo, no todo fue sencillo. Según contó la mujer, su marido no quería que el ave ingresara a la casa debido a la suciedad que generaba. “Tu padre me mataría si supiera que te dejé entrar aquí. Estás en el sillón, travieso. Mamá te metió a escondidas en la casa”, dice Jaime en otro video mientras muestra al ya crecido Monty acomodándose a su lado. El plumaje amarillo y marrón de sus primeros meses fue dando lugar a plumas negras y una incipiente cresta roja sobre su pico, típica de los machos de su especie.
Pese a su resistencia inicial, el esposo de Jaime terminó encariñándose con Monty. En un clip que rápidamente se volvió viral, se lo ve regresar del trabajo y acariciar al pato, que mueve la cola y frota su cabeza contra sus manos. “Alguien está feliz de que papá haya vuelto a casa. Y ni siquiera está enojado, mientras no hagas demasiado desastre en la casa”, bromeó Jaime al registrar la escena.
El crecimiento de Monty y su vida cotidiana quedan registrados en la cuenta de Instagram @monty_the_muscovy, donde la familia comparte videos del ave jugando con los perros, paseando y buscando cariño.
“Necesita estar lo más cerca posible físicamente. Aunque tuvo que irse a vivir afuera por su tamaño, todas las mañanas insiste en volver a meterse en la casa para acurrucarse en el sillón”, explicó Jaime en sus redes sociales.