Fabiana Dantur es paciente oncológica y la impulsora de “Cascos Fríos Tucumán”, una iniciativa solidaria que nació, como ella misma cuenta, “a pulmón”, con la intención de acompañar a otras personas que atraviesan tratamientos de quimioterapia. Hoy, con una demanda creciente y sin apoyo institucional, pide colaboración para poder continuar.
“Cascos Fríos inició en 2020. Yo soy paciente oncológica de cáncer de mama, ahora estoy en remisión y ya pasé por tres cirugías. El cáncer me enseñó muchísimo y quería devolver un poco de mi experiencia ayudando a otras pacientes, de cualquier tipo de cáncer, no solo de mama”, contó a LA GACETA.
El proyecto comenzó con la confección y préstamo de cascos fríos, una técnica utilizada para evitar o reducir la caída del cabello durante la quimioterapia. “Es muy importante para la autoestima, sobre todo en la mujer, pero también muchos hombres lo piden. Los cascos se prestan, no somos fundación, todo es a pulmón y siempre salió de nuestros bolsillos”, explicó.
Sin embargo, la cantidad de personas que están por iniciar su tratamiento creció tanto que hoy la iniciativa enfrenta dificultades para responder. “Estoy buscando quién pueda proveerme geles, que son especiales y maleables para armar los cascos. También se usa cinta 3M para que no se despeguen”, detalló.
Los geles se consiguen en pocas ortopedias de Tucumán. “Acá venden una marca que se llama Pump Gel y armar un casco cuesta $15.000. Un casco lleva cinco geles: tres grandes y dos chicos. Son reutilizables, pero tienen vida útil, porque con tanto frizado se deterioran y hay que reemplazarlos”, precisó.
Durante una sesión de quimioterapia también se necesitan varios cascos. “En una quimio de dos horas se usan seis cascos, porque hay que cambiarlos cada 30 minutos para que no pierdan el frío. El objetivo es evitar que la toxicidad de las drogas llegue al bulbo piloso”, explicó.
Además de prestar los cascos, Fabiana ofrece acompañamiento terapéutico desde el diagnóstico y durante todo el proceso. “Ayudo en lo que necesiten, al paciente o a la familia”, dijo.
Cómo colaborar
Dantur remarcó que no recibe ayuda de organizaciones ni sponsors. Por eso, hoy la continuidad del proyecto depende de la solidaridad. “La gente me puede contactar por Instagram, en @cascosfriostucuman”, indicó.
Otra forma de colaborar es prestando tiempo. “Estoy armando los cascos sola. A veces necesito a alguien que preste su cabeza para ajustar el molde. Hasta ahora me ayuda mi hija adolescente, pero cuando puede”, contó entre risas.
El sueño a futuro es conformar una fundación. “Nos permitiría ayudar a mucha más gente. Por ahora no tenemos un lugar físico, pero trabajamos con todo el corazón”, cerró.