El 8 de marzo de 2000 a las 6.15 el bioquímico Luis Bravo cayó con su auto al torrente del arroyo El Sueño, en la ruta 38, dos kilómetros del sur de La Cocha. En medio de la torrencial lluvia del día anterior la correntada había destruido el puente y no había señales del peligro, pese a que cerca del paso había sido asignado el policía Domingo Pascual Aparicio para advertir a los automovilistas de la falta del puente. “No colocó suficientes indicadores sobre la ruta para evitar el paso, y, mientras conversaba con un automovilista, se le pasó otro automóvil, al que ni intentó seguir para advertir del peligro. El auto cayó al arroyo, y el oficial no comunicó esta situación”, dijo la fiscal Norma Tasquer de Villaluenga en su acusación.

Recuerdos fotográficos: 1997. Volvían de filmar el aluvión y la avioneta se estrelló

Bravo murió ahogado. El vehículo fue hallado por sus familiares tapado por barro y agua. Hubo un juicio contra el policía. La hija del bioquímico, María del Carmen Bravo, pidió sanciones ejemplares porque el oficial en un primer momento dijo que por allí no había pasado el auto del bioquímico. Fue condenado en septiembre de 2002 a tres años de prisión, al ser hallado culpable de los delitos de homicidio culposo (sin intención) y violación de los deberes de funcionario público.