En Córdoba, una familia despidió y cremó el cuerpo equivocado por un error entre la morgue y la funeraria. La Justicia determinó que el hecho les causó un daño moral y espiritual irreparable.
Una confusión en la morgue derivó en un velorio equivocado
El insólito hecho ocurrió en Córdoba en mayo de 2023, aunque trascendió recién ahora, tras conocerse la sentencia judicial.
La familia de Feliciano Narciso Mercado despidió los restos de un desconocido creyendo que se trataba de su pariente fallecido. El error se originó entre la morgue del Hospital Nacional de Clínicas y la funeraria Juan Caruso, responsables del retiro y traslado del cuerpo.
Según la investigación, la confusión se debió a que el cuerpo entregado pertenecía a otro hombre con el mismo apellido: Esteban Mercado.
“Un procedimiento para agilizar el servicio”: el argumento de la funeraria
En la sala velatoria, la familia se encontró con el ataúd cerrado y sellado, lo que les pareció extraño. Sin embargo, los empleados de la funeraria explicaron que se trataba de un procedimiento habitual para “agilizar el servicio”.
Sin sospechar nada, realizaron el velorio y procedieron a la cremación en un cementerio de Colonia Tirolesa.
Días después, los familiares recibieron un llamado inesperado: desde la funeraria los citaron en el hospital para comunicarles que el cuerpo cremado no era el de Feliciano, sino el de Esteban Mercado, fallecido el 12 de abril de 2023, según informó La Voz.
Tuvieron que vivir dos veces el mismo duelo
Completamente conmocionados, los deudos devolvieron las cenizas del otro hombre, reconocieron el cuerpo de su verdadero familiar y debieron repetir el proceso de velorio y cremación.
A raíz de lo ocurrido, iniciaron una demanda por daño moral contra la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), responsable legal del hospital, y contra la funeraria Caruso.
La Justicia condenó a la UNC y a la funeraria
El juez federal Carlos Ochoa falló a favor de la familia y ordenó el pago de una indemnización de 10,3 millones de pesos.
En su sentencia, el magistrado consideró que existió “una clara falta de diligencia y un defecto en la prestación del servicio”.
“La UNC debe responder, sea que su personal entregó el cuerpo equivocado o permitió que la funeraria lo retirara sin control alguno”, señaló Ochoa.
Por su parte, Javier Calvo, empleado de la morgue que admitió haber cometido el error de identificación, fue sancionado con 30 días de suspensión.
“Les hicieron vivir dos veces la despedida de un ser querido”
En su fallo, el juez destacó el impacto emocional que el hecho tuvo sobre los familiares:
“Los acusados obligaron a la familia a vivir dos veces el proceso de despedir a un ser querido, en un lapso de 20 días, alterando su tranquilidad espiritual y causándoles un profundo daño moral”.