El mercado cambiario volvió a registrar una jornada de alta volatilidad. Este martes, el dólar oficial cerró a $1.485 en el Banco Nación (BNA), lo que representa una caída de $15 respecto del cierre anterior.

Las cotizaciones financieras también mostraron un recorrido descendente: el dólar MEP finalizó en $1.487,29, mientras que el contado con liquidación (CCL) retrocedió hasta los $1.506,13.

El dólar “blue”, en cambio, se movió en sentido contrario y subió levemente hasta los $1.460, luego de operar gran parte de la jornada con tendencia mixta.

Volatilidad en el segmento mayorista

En el mercado mayorista, la rueda también estuvo marcada por los movimientos bruscos y el cambio de tendencias. La divisa estadounidense arrancó ofrecida a $1.490 y fue retrocediendo paulatinamente hasta cerrar en $1.452, con un volumen negociado de U$S418 millones.

Cavallo propuso eliminar los controles de divisas y permitir el dólar como moneda de curso legal

El ex ministro de Economía reapareció después de las elecciones de mitad de período para presentar un análisis del panorama económico actual e instar a un cambio en la política monetaria del país. Cavallo cree que el nuevo panorama político presenta una oportunidad para la estabilidad y el crecimiento, pero abogó por cambios más significativos en la política monetaria.

En un extenso análisis, Domingo Cavallo consideró el resultado electoral como una oportunidad para que el Gobierno implemente una fase de "estabilidad, reactivación y crecimiento sostenido". Dijo que persisten las restricciones monetarias y cambiarias, a pesar del discurso del equipo económico. "Estas restricciones mantienen una lógica de control propia de los últimos veinte años", afirmó.

Si bien reconoció el apoyo de figuras como Donald Trump y Scott Bessent para reabrir el acceso de Argentina a los mercados internacionales de crédito, Cavallo cuestionó el uso de fondos del Tesoro de Estados Unidos a través del Fondo de Estabilización Cambiaria para respaldar el valor del peso.

Además, Cavallo argumentó que esta práctica prolonga los controles de divisas aplicados a las empresas, lo que obstaculiza la reducción del riesgo país y desalienta la inversión. Sugirió que este esquema, aunque potencialmente útil antes de las elecciones, debe desmontarse para lograr la convertibilidad del peso.

También comentó sobre la política monetaria delineada por Luis Caputo al afirmar que la compra de reservas a través de la emisión no esterilizada requiere un marco regulatorio claro para evitar una "remonetización débil" y tasas de interés que obstaculizan el crédito productivo.

El ex ministro reiteró su llamado a la eliminación de las restricciones a los movimientos de capitales y al reconocimiento del dólar como moneda de curso legal en Argentina. "El país no puede hablar de libertad económica si el peso sigue siendo una moneda sin convertibilidad plena y el uso del dólar continúa limitado", resaltó.

Para lograr esto, propuso varias medidas, que incluyen la eliminación de los controles de divisas, la legalización del dólar para garantizar la seguridad jurídica en las transacciones y la promulgación de una ley del Congreso para formalizar esta estructura en conjunto con el presupuesto de 2026.

También propuso una reforma institucional del Banco Central, que le permita operar tanto en pesos como en dólares a través de encajes y operaciones de mercado abierto. Consideró que este esquema facilitaría un tipo de cambio flotante ordenado, la acumulación de reservas y la re-monetización en ambas monedas.

Comparó la situación actual con los primeros meses del gobierno de Carlos Menem, cuando la Ley de Convertibilidad fue promulgada en respuesta a la crisis, la recesión y el retraso cambiario. Dijo que Javier Milei enfrenta una coyuntura similar, con la oportunidad de establecer un nuevo orden económico basado en reglas estables, pero adviertió que el éxito depende de la coherencia entre discurso y acción.

"Era imposible deducir que del discurso dolarizador y de competencia de monedas que predicaba Milei, la política monetaria, cambiaria y financiera iba a ser tan poco liberal como la que había existido ininterrumpidamente desde 2002", escribió.