Como vecino me apersoné a la inauguración del puente vehicular, construido por la Municipalidad capitalina en la avenida Irineo Leguisamo y José Ingenieros, en la zona del hipódromo, con la presencia de la intendenta, acompañada de su equipo de colaboradores, que ese día cumplía su segundo año de mandato. Nos dio a la ciudadanía una obra que beneficiará a todos los barrios de la zona sur y de gran parte de la Capital que tendrán un tránsito rápido, sin interferir la actividad de la Terminal de Ómnibus. Los puentes llevan y traen porvenir, unión, encuentro, tránsito, esperanza. Engrandecen, ensamblan y empalman culturas distintas, necesidades y progresos mutuos con hermandades vecinales. Abren así caminos y dan paso a una sostenida y constante urbanización adecuada que, a no dudarlo, logrará una integración vecinal total, beneficiosa y permanente. Propongo que a este espectacular puente se lo bautice “Integración”, “Charles Thays”, “Aráoz de La Madrid” o “Papa Francisco”, y agradezco por la obra.
Francisco Amable Díaz
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