El 17 de octubre de 1945 la clase obrera argentina ocupó por primera vez la Plaza de Mayo. Fue la primera huelga general política, en la historia argentina, de gran envergadura protagonizada por los trabajadores, aunque hubo otras huelgas generales como la de la Semana Trágica en 1919 o la gran huelga de la Construcción en 1936. Surgió de los trabajadores, desde abajo, organizados en fábricas y  barriadas a través de asambleas y movilizaciones. Habían comenzado las deliberaciones los días 15 y 16 de octubre, al margen de la dirección central de la CGT. El Comité Central Confederal convocó a la huelga general recién para el 18 de octubre, llamado que los trabajadores no esperaron y del cual una parte importante tampoco se enteró. La inquietud obrera venía incluso desde varios días previos, cuando Perón fue detenido -el 13 de octubre- , e incluso antes, cuando el 9 de octubre es obligado a renunciar a sus cargos de vicepresidente de la nación, ministro de Guerra y, fundamentalmente, titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión. Organismo desde el cual Perón legalizó conquistas obreras arrancadas con la lucha por los trabajadores, y que la gran patronal argentina y el imperialismo pretendieron borrar mediante un golpe impulsado junto a un sector de las fuerzas armadas. La renuncia y el encarcelamiento de Perón eran la antesala del derrocamiento del gobierno del GOU (Grupo de Oficiales Unidos), surgido del golpe militar del 4 de junio de 1943, de carácter nacionalista y profundamente anticomunista, que tuvo en el entonces coronel a su principal dirigente. El objetivo de este nuevo golpe cívicomilitar era el traslado del poder a la Suprema Corte de Justicia en pos de poner en pie un “gobierno de unidad nacional”, Corte Suprema que, públicamente, se había expedido contra los decretos que “legalizaron” esos derechos obreros. La gran huelga y movilización de la clase obrera ese 17 de octubre fue en defensa propia, de los convenios colectivos arrancados, del derecho a la indemnización por despido, vacaciones pagas, del estatuto del peón rural, aguinaldo, etc., reivindicaciones económicas que en la Plaza de Mayo los trabajadores condensaron en la consigna política de la libertad de Perón.

Pedro Pablo Verasaluse  

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