Japón logró una remontada histórica y venció 3-2 aBrasil en el amistoso disputado en el Tokyo Stadium. El conjunto asiático, que se fue al descanso dos goles abajo, dio una muestra de carácter y fútbol para conseguir su primera victoria ante la “Canarinha” en 14 enfrentamientos. Los goles locales fueron de Takumi Minamino, Nakamura y Ueda, mientras que Paulo Henrique y Gabriel Martinelli habían adelantado al equipo de Carlo Ancelotti.

Durante la primera mitad, Brasil impuso su jerarquía y controló el juego con autoridad. A los 25 minutos, Paulo Henrique abrió el marcador tras una gran triangulación con Bruno Guimaraes, y pocos minutos después Gabriel Martinelli amplió la ventaja con una volea impecable que dejó sin reacción al arquero Junnosuke Suzuki. Todo parecía encaminado para una cómoda victoria visitante, con dominio absoluto y escasa respuesta de los nipones.

Pero en el segundo tiempo, el panorama cambió radicalmente. Japón salió decidido, presionó alto y encontró el descuento a los 52 minutos gracias a Takumi Minamino, que aprovechó un error en la salida de Beraldo. Diez minutos más tarde, Nakamura selló el empate tras una buena combinación con Ritsu Doan, ante una defensa brasileña que comenzaba a desmoronarse.

El golpe definitivo llegó a los 71 minutos. En un tiro de esquina ejecutado desde la derecha, Ueda ganó en las alturas y conectó un potente cabezazo para establecer el 3-2 que enloqueció a los más de 48.000 espectadores del Tokyo Stadium. Brasil intentó reaccionar con los ingresos de Rodrygo, Joelinton y Richarlison, pero no logró quebrar la resistencia de un inspirado Suzuki, figura del cierre.

Un batacazo que entra en la historia

El pitazo final selló una victoria memorable para los dirigidos por Hajime Moriyasu, que demostraron orden, coraje y eficacia ante una potencia mundial. Japón consiguió su primer triunfo sobre Brasil y bajó de la nube a un equipo que parecía invencible. Para la “Canarinha”, el duelo dejó lecciones claras: no alcanza con la calidad individual si falta concentración y solidez colectiva.