Un aviso en LA GACETA del 9 de julio de 1966 invitaba a una celebración especial del sesquicentenario de la Independencia. Llenando el cupón al final del aviso, la gente podía ir a la joyería Solmar, ubicada en San Martín al 500 (en la esquina con Muñecas, donde hoy está el banco Santander), y retirar una medalla - llavero en homenaje a la fiesta patria.

Las crónicas han dado cuenta de cómo fue el festejo del sesquicentenario, hecho en medio de zozobra porque diez días antes había sido el golpe de Estado de Juan Carlos Onganía contra el presidente Arturo Umberto Illia, pero también hubo jolgorio porque vino el mandatario de facto para el desfile, que fue multitudinario. Semanas después, decretaría el cierre de ingenios que fue un mazazo para la provincia.

En medio de esta inquietud, hubo dudas ese 9 de julio de celebrar la fiesta patria. Las distintas entidades habían preguntado con discreción y las autoridades de la intervención federal les dijeron que continuasen.

La medalla del sesquicentenario fue una marca entusiasta de la celebración patriótica. El dueño de Solmar, León Solesky, la difundió y ese día la convocatoria fue amplia, como se ve en las fotografías que gentilmente ha compartido el historiador Agustín Haro, nieto de Solesky. La joyería, construida en 1950, funcionó hasta aproximadamente 1975. En muchos hogares deben quedar esas medallas, recuerdo del sequicentenario de la Independencia.