ELa historia a este tema lo denomina “descubrimientos geográficos”. Corresponde a la transición convulsa entre la senilidad del régimen feudal y los estertores de una nueva formación social, conocida como Edad Moderna, que hace su aparición en aquel mundo medieval en crisis. Los descubrimientos geográficos fueron precedidos por las cruzadas. Campañas militares -religiosas, financiadas por las monarquías, llevadas a cabo por crisitianos europeos, entre los siglos XI y XII, en plena crisis feudal. ¿Sus objetivos? Restablecer, ante la expansión turca, el control de rutas y el contacto entre Europa y Oriente. Éstas provocaron un aumento en los conocimientos, el comercio y avances tecnológicos en la navegación. Uno de esos estertores fue conquista y la colonización del llamado Nuevo Mundo. Acontecimiento de la historia caracterizada por sus sombras, luces y polémicas. El 12 de octubre de 14992 (siglo XV) fue definido de distintas maneras: “Día de la Raza”; “Encuentro de las Civilizaciones”; “Encuentro de culturas o encuentro de dos mundos” o “Día del respeto a la diversidad cultural”. Culturas autóctonas devastadas, como ocurren en las guerras de conquista  y sus ciclos coloniales. La población indoamericana, calculada en 80 millones de personas en 1500, cayó a 10 millones en 1550. Las medias verdades o contra verdades puramente verbales a fin de obtener un equilibrio celebratorio o conmemorativo o fórmulas de buena voluntad, son difíciles de analizar para la historia. Como es sabido, el llamado “descubrimiento” de América se debe mucho a la casualidad, y no merece siquiera ese nombre. Es posible que los fenicios y los libios, en la Edad Antigua, hubieran llegado al continente americano y es seguro que los vikingos, en la Edad Media, desembarcaron en él cuatro siglos antes que Colón. Éste, a su vez, pensaba poder alcanzar, navegando en dirección al Oeste, el extremo oriental de Asia (la “India”) - lo que creyó haber alcanzado. Progresivamente descartada la “hipótesis asiática”, Colón llegó a sustentar seriamente haber hallado el Paraíso Terrenal. Fue así que la epopeya colombina fue olvidada durante la primera mitad del siglo XVI. El nombre del continente se debe al hombre que supuestamente llegó primero, a él (no a las islas), caracterizándose como un nuevo continente, hecho reconocido en 1507 por el cartógrafo M. H. Waldsemüller: “La cuarta parte del mundo que, desde que la descubrió Américo (Vespucio), merece llamarse América”.

Pedro Pablo Verasaluse  

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