El voley tucumano vuelve a vestirse de fiesta con la séptima edición del Torneo Manolo Hernández, una competencia que ya se transformó en referencia para la disciplina a nivel regional. El certamen, organizado por Tucumán de Gimnasia, arranca mañana con enfrentamientos entre los equipos locales, el viernes debutan los clubes de afuera y se extenderá hasta el domingo, con un programa cargado de partidos. En total serán 56 equipos los que animen la cita, movilizando a cientos de jugadores y familias, y consolidando su lugar en el calendario deportivo de la provincia.

Un desafío organizativo

El dirigente de Tucumán de Gimnasia, Gabriel Medina, explicó lo que significa recibir a una cantidad tan grande de equipos en esta edición. “En esta edición vienen 56 equipos. Es un número importante para la ciudad y para el club, una gran responsabilidad para nosotros: albergar, dar alojamiento, comida y la organización general del torneo. Calculamos que serán alrededor de 800 personas las que participen entre jugadores, entrenadores y delegaciones”, señaló.

El certamen abarca distintas categorías: Sub-18, tanto en mujeres como en varones, y Primera división, en ambas ramas. Los partidos se disputarán en las canchas de Tucumán de Gimnasia, Pellegrini y el club Alberdi, espacios que se adaptaron para dar lugar a un cronograma cargado de encuentros.

Formación y competencia

Uno de los objetivos centrales del torneo, según Medina, es darle rodaje a las divisiones juveniles. “Siempre tratamos de que las inferiores, sobre todo los Sub-18, jueguen lo mayor posible. Eso eleva el nivel, porque no es lo mismo competir siempre en la provincia que hacerlo frente a rivales de otras regiones. Esa experiencia fortalece a los chicos, los hace aprender y elevar su conocimiento como jugadores”, explicó.

En ese sentido, el dirigente valoró que el vóley tucumano dejó de estar tan lejos de las potencias históricas del deporte en Argentina. “Antes, Córdoba, Mendoza, San Juan o Buenos Aires siempre eran el eje del vóley nacional, y nosotros estábamos uno o dos pasos atrás. Ahora ya no es así. Tucumán de Gimnasia compite en la Liga Nacional hace un tiempo, y eso nos permitió acortar la brecha. Hoy la competencia es pareja y el nivel de nuestro club es muy bueno”, destacó.

Crecimiento y límites

El crecimiento del torneo abre un interrogante sobre la capacidad de la ciudad para recibir a más participantes. “Siempre buscamos que participe la mayor cantidad de equipos posible. El sueño sería tener 100 equipos, sería increíble. Pero sabemos que albergar esa cantidad en la ciudad es complicado. Hay limitaciones en infraestructura y, sobre todo, en canchas disponibles”, reconoció Medina.

El dirigente remarcó que conseguir escenarios deportivos es uno de los grandes desafíos. “Es un tema difícil. Nos cuesta mucho conseguir canchas para un torneo de esta calidad. Estamos siempre trabajando en eso, pero no es sencillo. Tucumán necesita más infraestructura si quiere seguir creciendo en el vóley”, apuntó.

Una vidriera

Más allá de las dificultades, el Torneo Manolo Hernández se mantiene firme como una vidriera de talento y un espacio de formación. Cada año convoca a equipos de distintas provincias, genera intercambio deportivo y cultural, y coloca a Tucumán en el mapa del vóley argentino.

“Es una gran responsabilidad, pero también una enorme satisfacción”, concluyó Medina. Y lo que comenzó como un torneo local hoy es una cita ineludible para el voley de la región.