San Martín afronta un partido crucial y Mariano Campodónico lo sabe. Con la obligación de ganar para sostener sus aspiraciones de consolidarse en los principales puestos de cara al Reducido y de mantener viva la ilusión de pelear por el ascenso, el DT decidió mover fichas: habrá cambios de nombres y también de esquema para recibir esta noche a Quilmes.

Campodónico no quedó conforme con lo mostrado en Córdoba ante Racing, sobre todo con la línea de tres defensores que no logró darle la solidez que buscaba. Por eso, la idea es regresar al tradicional 4-4-2, apuntando a recuperar equilibrio en el fondo y mayor volumen de juego en el mediocampo. “Necesitamos hacernos fuertes en casa”, había advertido el DT en la previa, dejando en claro que el margen de error se agotó.

En la lista de convocados aparecen cuatro modificaciones respecto del viaje a Nueva Italia. Darío Sand, ya recuperado de la lesión que lo había marginado, vuelve a estar disponible y pelea por regresar al arco. También se suman Axel Bordón, Aníbal Paz y Gabriel Hachen, quienes aparecen como opciones para reforzar la mitad de la cancha y darle variantes al equipo.

Los que quedaron afuera en esta ocasión son Federico Murillo, que atraviesa una molestia física, y Hernán Zuliani, Juan Jaime y Leonardo Monje, quienes no fueron tenidos en cuenta por decisión táctica.

Con este panorama, el técnico busca darle un golpe de timón a un plantel que alternó rendimientos sólidos, como la goleada ante Atlanta, con caídas que expusieron sus falencias, como la derrota frente a Racing. El desafío será encontrar regularidad en el tramo final de la fase regular, cuando cada punto pesa doble y el margen de error se achica.

El rival de turno, Quilmes, llega necesitado y dispuesto a complicar, lo que obliga al “Santo” a jugar con máxima concentración. La Ciudadela espera un triunfo que devuelva confianza y lo mantenga en la pelea por los primeros puestos.