Hace pocos días se conoció el último informe de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), que habla de un sistema eléctrico colapsado y deja entrever la inquietud, como sucedió en septiembre del año pasado, que haya problemas con el transporte de energía en caso de que se produzcan picos de calor o de demanda.
Según explicó a LG Play José Ricardo Ascárate, vocal del ente de control Ersept, esta presentación de la compañía que gestiona el mercado eléctrico nacional bajo la órbita del Estado, “dice lo mismo que el año pasado. En Argentina tenemos un problema grave de transporte en alta tensión; en ultra alta tensión, que es la red del sistema nacional de 500 kilovolts; y mucho más grave, en el sistema de alta tensión de 132.000 voltios, si no se concluyen inversiones serias en materia de la red de ultra alta tensión”.
La situación viene generando inquietud desde que el nuevo Gobierno nacional congeló al asumir varias obras importantes y dejó en la incertidumbre la política energética en lo que hace a inversiones. Ascárate, que asegura que no hay tantos inconvenientes en lo que hace a generación y distribución en el país (con excepciones menores), ha señalado que, en ese sentido, “la Nación ha fallado en no hacer inversiones y nos está obligando a hacer esas inversiones de la distribuidora para el problema del transporte”.
Por ello es que un proyecto que había quedado congelado por el Gobierno nacional, el de la obra El Bracho-Villa Quinteros- fue destrabado y en agosto se inició la tarea para tender una línea de alta tensión de 52 kilómetros que, según describió el gobernador Osvaldo Jaldo, “solucionará la provisión de energía en el sur de la provincia y en San Miguel de Tucumán”. Jaldo señaló que “por primera vez Tucumán tiene una política energética que permitirá garantizar el servicio en calidad y cantidad”, eliminando los cortes que afectaban a la población.
Sin embargo, otras obras se encuentran con inconvenientes de diferente índole. Ascárate señaló que había que negociar con el ente de energía nacional (ENRE) para tratar de poner a pleno la obra El Bracho - Cevil Pozo, cuya línea de 132.000 voltios está recambiada completa pero hace falta autorización para duplicar la potencia de los cables; y además, se debe resolver por vía judicial el problema de las viviendas construidas debajo de las líneas de alta tensión. En uno de los casos se ha acordado ya con los ocupantes para trasladar la vivienda y hay otras tres demandas judiciales para avanzar en esta cuestión. Asimismo, se buscaba acordar con la Nación para la continuidad del contrato del año pasado con Albanesi por el uso de 50 megavatios adicionales de la Central Independencia.
Cabe pensar que los sustos de septiembre del año pasado fueron atenuados luego durante el verano, aun cuando hubo en febrero récords de demanda y de calor, los cuales nos deberían poner en alerta. Bien se sabe ya que los fenómenos de momentos de temperaturas extremas se están volviendo habituales, como ha ocurrido en este verano pasado en el hemisferio norte, y sobre eso hay que hacer previsiones.