Momentos de dos piezas clásicas de la danza de todos los tiempos serán representados esta noche y mañana, a las 21, en el teatro San Martín (avenida Sarmiento 601) por el Ballet Estable de la Provincia, con la dirección coreográfica de Ángel Gómez, junto a Carolina D’Urso y Paula González Castro. Como primer bailarín invitado estará Esteban Schenone, integrante del Ballet Estable del Teatro Argentino de La Plata.
Las funciones integran la agenda de la 65ª edición del Septiembre Musical organizado por el Ente Cultural de la Provincia, con promoción especial para los socios de Club LA GACETA.
La propuesta invita a recorrer dos universos distintos pero igualmente cautivantes. Por un lado, se recreará el segundo acto de “Giselle”, una obra romántica con música de Adolphe Adam, en una historia con libreto de Jules-Henri Vernoy de Saint-Georges y Théophile Gautier que cuenta la trágica relación entre una bella joven campesina y un noble disfrazado que se enamoran, pero cuando su verdadera identidad es revelada por su rival, ella enloquece y muere de angustia. Después de su muerte, es convocada desde su tumba a la vengativa y mortal hermandad de las Wilis, fantasmas de mujeres solteras que murieron después de ser traicionadas por sus amantes. Su atmósfera romántica y sobrenatural remite a sentimientos de amor, traición y perdón en un bosque encantado.
Corte majestuoso
Por el otro, el Ballet presentará el Grand Pas Classique de “Raymonda”, una pieza de corte majestuoso que exige a los bailarines precisión, gracia y destreza técnica, y que se ha convertido en uno de los fragmentos más celebrados del repertorio internacional. Con música de Aleksandr Glazunov y coreografía original de Marius Petipa, se narra la puja entre un príncipe cruzado y un sarraceno por el amor de la protagonista, una alegoría por las ambiciones expansionistas de los imperios de la época (fines del siglo XIX).
El teatro San Martín aporta el vestuario de “Giselle”, mientras que Fernanda Sánchez viste a los protagonistas de “Raymonda”. Los tocados son creación de Adrián Dellabora, y la puesta es de Sofía Seidán.