Atlético atraviesa un momento delicado en el semestre. La transferencia de Mateo Coronel a Querétaro de México dejó al equipo de Lucas Pusineri con un plantel corto en ofensiva, justo en una etapa en la que los números también reflejan la falta de contundencia. En ocho partidos disputados en el torneo Clausura, el “Decano” apenas anotó ocho goles, un promedio de uno por encuentro. Y si se observa el rendimiento fuera de casa, el panorama es todavía más preocupante: solamente convirtió dos tantos, en el empate 2 a 2 frente a Sarmiento en Junín.

Un plantel corto arriba

La salida de Coronel, uno de los atacantes más desequilibrantes del plantel, obligó a Pusineri a rearmar el frente ofensivo con las piezas que le quedan. Hoy, el DT cuenta únicamente con cuatro delanteros naturales: Leandro Díaz, que ya cumplió la sanción de una fecha por su expulsión ante Gimnasia; Mateo Bajamich, titular en el último partido frente a la “Lepra”; Lisandro Cabrera, aún sin continuidad; y Carlos Abeldaño, goleador de la Reserva que todavía no debutó oficialmente en Primera.

A esa nómina podría sumarse Ramiro Ruiz Rodríguez, que si bien fue titular contra Newell’s, todavía no aparece como una fija dentro del esquema de Pusineri. Esa incertidumbre refuerza la sensación de que la delantera de Atlético quedó demasiado reducida en opciones, lo que condiciona la estrategia del cuerpo técnico.

Un esquema obligado

La falta de variantes quedó en evidencia en el partido frente a Newell’s, en Rosario. Pusineri optó por un 4-2-3-1 con Bajamich como única referencia ofensiva. El ex Instituto tuvo dos chances claras de mano a mano que podrían haber cambiado la historia, pero no pudo definir con precisión. Lautaro Godoy y Nicolás Laméndola también tuvieron sus oportunidades, pero el arquero Juan Espínola se encargó de frustrarlos. Esa situación encendió las alarmas: Atlético genera peligro, pero carece de efectividad frente al arco rival, una imagen recurrente en lo que va del semestre.

El promedio de ocho tantos en ocho partidos no alcanza para sostener grandes aspiraciones en el torneo. Además, la dependencia de un puñado de jugadores aumenta el riesgo: una lesión, una suspensión o incluso una baja en el nivel individual puede dejar al equipo prácticamente sin alternativas confiables en ataque.

Coronel no sólo era un delantero más en el plantel. Su capacidad para moverse por todo el frente de ataque, retroceder a buscar la pelota y presionar alto lo convertía en una pieza táctica fundamental. Desde su llegada en 2022, aportó goles, dinámica y sacrificio. En total, disputó 117 partidos con Atlético, en los que convirtió 27 goles y repartió ocho asistencias, según datos de la cuenta de “X” @DataAtleticoT. Su salida, a préstamo con cargo y opción de compra, dejó un hueco difícil de cubrir dentro del esquema de Pusineri.

Para el entrenador, la baja de Coronel representa mucho más que perder a un delantero: es perder a un jugador que ofrecía variantes. Podía jugar acompañado, tirarse a los costados o ser segunda punta detrás de Díaz. Hoy, Atlético no tiene un reemplazante con esas características.

El regreso del “Loco”

La buena noticia para el cuerpo técnico es que Díaz ya cumplió la sanción de un partido y podrá volver en la próxima fecha. “Loco” es un delantero experimentado, capaz de generar peligro por sí solo y de arrastrar marcas que benefician a sus compañeros. Sin embargo, su carácter y estilo de juego muchas veces lo llevan a situaciones límite, como la expulsión que sufrió frente a Gimnasia. Pusineri necesita que el goleador esté enfocado en lo futbolístico para poder aprovechar su jerarquía.

A su lado, Bajamich intenta afianzarse como una opción válida, aunque su falta de efectividad en los últimos encuentros lo pone bajo la lupa. Cabrera, por su parte, todavía no consiguió continuidad, y Abeldaño espera por su debut oficial en Primera. Es decir, el peso ofensivo recae casi en exclusiva sobre Díaz y Bajamich, con poco recambio en caso de que las cosas no funcionen.

Espera a River

El panorama ofensivo de Atlético se pone a prueba de inmediato. En la próxima fecha recibirá a River en el Monumental “José Fierro”, un duelo de alta exigencia y con gran expectativa en Tucumán. Será un partido clave para medir cuánto puede resistir el “Decano” con un plantel reducido en ataque y con la presión de enfrentar a uno de los mejores equipos del torneo.

El desafío no es menor. El “Decano” sabe que necesita recuperar eficacia y confianza de cara al arco rival, y que los delanteros que ahora tiene a disposición deberán dar un salto de calidad para estar a la altura. Los números no mienten: ocho goles en ocho partidos y solamente dos tantos fuera de casa muestran la urgencia de mejorar. Y qué mejor escenario que hacerlo frente a River, con el Monumental colmado y la chance de dar un golpe anímico que cambie el rumbo del semestre.